Misión n° 4397: El casino

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Cuando volvieron a la mañana siguiente a la agencia, se encontraron con que Vanderwood estaba levantado. Entraron riéndose al apartamento, y Vanderwood los miró con cara extraña. No entendía qué les había llevado toda una noche, sin embargo, conociendo los entrenamientos de Melissa, le parecía extraño que llegaran tan risueños.

- ¿Qué haces levantado? – le preguntó Melissa, arqueando una ceja.

- Tenía que alimentarme, ¿no? – respondió Vanderwood con un poco de desdén.

- Sabes que le había pedido a alguien de la agencia que viniese a prepararte algo para comer...

- No soy un inútil. – respondió fríamente Vanderwood. Saeyoung lo miró extrañado, nunca le había respondido así a Melissa.

- Eh yo... voy a tomar una ducha. – dijo Saeyoung, comenzando a salir. Pero justo antes de que desapareciera de la sala, Vanderwood lo detuvo diciendo.

- ¿Qué les llevó tanto tiempo? – preguntó observándolo a los dos. El aire comenzó a ponerse tenso. Vanderwood pasó su mirada de uno al otro, esperando que alguno le respondiera.

- Fue un arduo entrenamiento. – respondió Melissa, arqueando los hombros, restándole importancia.

- Uhm... ya, eso no lo dudo, viniendo de ti. – dijo Vanderwood con una fría sonrisa.

- ¿Qué quieres decir con eso? – le preguntó Melissa.

- Solo decía. – respondió arqueando una ceja. Melissa suspiró ante su respuesta. - ¿Y el entrenamiento tenía que durar toda la noche? ¿Dónde se quedaron? – siguió preguntando Vanderwood. Quería unir todas las piezas.

- En el auto. – respondió Melissa, mientras comenzaba a caminar, saliendo de la sala. Saeyoung no sabía muy bien qué hacer, si es que intervenir o no. Por ahora apenas podía tragar saliva. ¿Qué le podía decir a su amigo?

- ¿Los dos?

- Sí. Los dos. ¿Algún problema? – preguntó Melissa arqueando una ceja, comenzando a hartarse del interrogatorio. Vanderwood apretó los dientes. Luego lanzó una fría mirada a Saeyoung, e hizo que temblara hasta el último rincón de su cuerpo. Sabía que algo no andaba bien, por la reacción de su compañero.

- Ya. Digamos que te creo. – resopló Vanderwood. Melissa chasqueó la lengua, irritada.

Saeyoung no sabía muy bien qué hacer. Era como si los dos estuviesen a punto de clavarse cuchillos. El aire del ambiente pesaba como plomo sobre sus hombros, y ninguno de los dos daba su brazo a torcer.

- Si tienes algo que decirme, solo dilo. No andes cobardemente lanzando indirectas. – dijo Melissa, con una media sonrisa. Se notaba el desdén en cada una de las palabras que utilizaba, marcándolas para que Vanderwood no las olvidara. Se puso delante de él para decirle todo, plantándole cara. Vanderwood le sostuvo la mirada, atento a cada uno de sus movimientos. Luego, él resopló, y luego de un silencio, decidió hablar.

- ¿Te acostaste con él? – preguntó sin filtro Vanderwood, apuntando a su compañero con el dedo pulgar. Saeyoung se puso pálido, sin saber muy bien qué responder.

- Vanderwood yo... - comenzó a decir Saeyoung, tratando de calmar los ánimos, pero sin poder articular muchas palabras. El nerviosismo lo tenía mal. ¿Qué le podía hacer Vanderwood si es que le decía la verdad? Se lo imaginaba persiguiéndolo con una bazuca, y eso hizo que se pusiera aún más pálido.

- No estoy hablando contigo. – le respondió fríamente Vanderwood, sin mirarlo. Mierda fue lo único que se le vino a la cabeza a Saeyoung ante su respuesta.

Interlace «Mystic Messenger» [Saeyoung/MC/Vanderwood]Where stories live. Discover now