Welcome to the Fire I

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- Pedí este pequeño galpón especialmente para ti, querido S. – le dijo Melissa.

Ella ya no llevaba la peluca, ni tampoco lucía como prostituta. Llevaba su larga cabellera negra suelta, pantalones ajustados a su cuerpo, y una polera con tirantes, junto con zapatos con plataforma. Se veía preciosa, aunque luciera lo que luciera, ella se vería igual de linda. 

Con respecto al galpón, era un espacio vacío dentro de la agencia, que Saeyoung suponía que había sido ocupado como bodega. Era bastante oscuro y frío, y se dividía en dos lugares. Un espacio más grande de unos 20 metros cuadrados, y un espacio más pequeño dentro de este, como una especie de habitación, de unos 3 metros cuadrados. En esa "pequeña habitación" había una cama, una mesa, una silla. En el espacio más grande había una mesa con distintos tipos de pistolas, escopetas, rifles, revolver, cuchillos, dagas, puñales, martillos, jabalinas, ballesta, arco y flecha, hasta un hacha. Por todos lados había blancos de distintos tipos, desde los típicos circulares, hasta botellas, tapas, apiladas, y un montón de cosas más.

- Lo primero que haremos, será encontrar cuál es el arma perfecta para ti. – le dijo Melissa, rodeándolo. Vanderwood estaba atrás, observando toda la escena divertido.

- Como solo recibiste el entrenamiento inicial, supuse que solo te habían enseñado el arma inicial: una simple pistola. Sin embargo, debes encontrar la que mejor se adapte a ti, como buen agente. Pero también debes manejar distintas armas, ya que en algún momento no dispondrás de tu arma favorita. – dijo Melissa, mientras se acercaba a la mesa. Saeyoung la miraba con atención, tomando nota mentalmente de todo esto. Luego se acercó a él, demasiado. – Sin embargo, tu mejor arma siempre debe ser tu cuerpo. – le dijo, levantando su cabeza para que sus labios quedaran mucho más cerca, tan cerca, que él incluso pudo sentir el aroma de su pelo. Ella era mucho más pequeña que él, pero tan dominante como si midiera dos metros. Él se puso evidentemente incómodo. No sabía que esta chica le podía provocar una erección tan rápido. Ella sonrió, alejándose nuevamente.

- Querido Agente, ¿nos puede mostrar como utiliza sus armas? – le dijo Melissa a Vanderwood, invitándolo a participar. Era obvio que decía esto con un poco de sarcasmo. Se notaba a leguas que entre Vanderwood y Melissa no se tenían mucho aprecio. 

Él se sorprendió, pensando que solo estaría de espectador. Caminó en silencio hasta la mesa donde estaban todas las armas. Escogió inicialmente una pistola Smith & Wesson MP9, una pistola con buena puntería para quien sabía utilizarla. Además, el cañón de esta pistola es sumamente resistente. Es una buena arma, y se sorprendió que estuviese al alcance de Melissa. Sin dudarlo, Vanderwood apuntó a tres objetivos lejanos, y a los tres les dio certeramente. Luego, tomó un fusil francotirador, se instaló de rodillas frente a la mesa, y apuntó a una pequeña tapa que había en un borde de una ventana, a por lo menos 5 metros de distancia. Luego, sacó los cuchillos que llevaba en sus muñequeras, perfectamente guardados, y apuntó certeramente a otros blancos que estaban cerca. Saeyoung lo miró impresionado. No sabía el manejo tan impresionante de las armas que tenía su compañero. Saeyoung no pudo evitar aplaudir, y Melissa lo acompañó. No había fallado en ningún tiro. Esto hizo sentir bien a Vanderwood, y así establecería que no era tan malo como pensaba su compañera. 

- De todas estas, ¿Cuál es tu favorita? – le preguntó Melissa, de forma curiosa. Ella sabía la respuesta, pero quería que él lo afirmara.

- Los cuchillos. – dijo alzando los hombros. Era obvio, era los que traía con él.

- ¿Por qué? – preguntó Melissa, curiosa. Quería llegar a eso.

- Tienes razón en decir que la mejor arma de un agente siempre será su cuerpo, y estoy completamente de acuerdo. Cargar una pistola, siempre lo consideré limitado... ya sabes... porque las balas se acaban. – dijo Vanderwood, respondiendo sin darle importancia. Melissa y Saeyoung asentían. – Pero los cuchillos no se acaban, puedo enterrarlos, las veces que quiera. Y puedo manejarlos y darle la intensidad que desee. – dijo Vanderwood, sonriendo de manera juguetona. Había un cierto brillo sádico en los ojos, algo que Melissa observó y le gustó. Supuso que ambos habían llegado al límite de ser agentes, en el que en realidad matar a alguien en una misión, se convertía más bien en algo satisfactorio, a pesar que de todas formas lo evitaban. Pero en una misión de alto riesgo, todo estaba permitido. Melissa no pudo evitar sonreír ante su última frase de su compañero que estaba cargada de doble sentido. Era cierto: tener el control siendo agente, no solo era una posición ventajosa, sino también era excitante. Melissa se acercó a Vanderwood caminando como una pantera. 

Interlace «Mystic Messenger» [Saeyoung/MC/Vanderwood]Where stories live. Discover now