Reencarné como la villana

Lucy todavía no se había dado cuenta de aquello

- oye, M-Minerva- tartamudeó la rubia sintiendo que le entraría un paro cardíaco en cualquier momento. Rezaba a los dioses de este mundo que le diese algo de paz.

No iba a negar que le estaba agradecida a su nueva prima por el gesto ya que no quería recibir otra paliza de Gajeel en esta vida. Pero era demasiado.

- ¡Lucy-nee!- chilló la azabache mientras saltaba hacia los brazos de su querida prima- ¿me has extrañado? Yo sí lo hice, y mucho!

- también me alegra verte, Minerva...

- ¡llámame Min-chan, Lu-nee!- la azabache hizo un gran puchero. Odiaba que su persona más preciada no la tratara con cariño.

- vaya, Lucy-san- murmuró asombrado Zeref con una sonrisa- no sabía que fueras una hermana tan querida

- ... ¿hermana querida?- la mencionada se crispó un poco ya que alguien había dicho que ambas tenían una relación demasiada profunda como para ser cierto.

- ¿ah? ¿No lo son? Estoy más celoso todavía..- el prefecto de a división de ciencias puso una cara triste. Él siempre era cariñoso con su hermano menor pero Natsu nunca mostraba signos de aceptar y devolver sus mimos.

- ¡deberías de hacerlo! Nadie es más asombrosa que mi Lu-nee- declaró Min-chan inflando su pecho con orgullo.

- Lucy es realmente asombrosa- afirmó la heredera al trono del imperio con una sonrisa tranquila.

Jellal sonrió ante la escena frente sus ojos. Lucy Heartfilia era una de las nuevas ingresantes de su división. Era talentosa y muy bien dotada de muchas cualidades. No sabía que tal persona además sería capaz de domar a dos de las mujeres más peligrosas de la alta sociedad y a los cuatro destructores de la sección de magia.

Aunque había algo que era sospechoso en todo eso, así que más tarde buscaría información acerca de la muchacha.

- oye, Jellal- Zeref lo había sacado de sus pensamientos con una sonrisa- ¿quieres trabajar en equipo?

El joven de pelo azul se sobresaltó ante la propuesta de uno de los genios del siglo. Aunque soltó una pequeña risa, claro que nunca debería de subestimar a esa mente astuta suya.

- ¿qué deseas, Zeref?

- quiero saber cómo lo hace para tener el cariño de su prima, debería aplicarlo para Natsu- dijo con una sonrisa brillante con flores que brillaban a su alrededor. En realidad, quería saber más sobre la joven que estaba provocando una fuerte atracción en su hermano menor aunque este todavía no se ha dado cuenta de ello.

- tus mentiras podrían ser mejores- gruñó un poco el prefecto de la división de magia. Sabía perfectamente que esa era una excusa.

- y tus formas de conseguir información sobre Lucy-san también podrían ser más sanas que abusar de tu poder como prefecto- replicó el azabache con una sonrisa forzada que no era para nada cálida.

- pero tú también ibas a hacer lo mismo..

- en realidad- habló la persona que era el tema de conversación entre ambos- si quieren hablar sobre alguien, háganlo en una voz más baja

Ambos se giraron para mirarla, cómo se había dado cuenta?

Lucy simplemente suspiró. A su parecer, todos en las novelas eran muy estúpidos. Era bien sabido que la razón por la cual los planes de los villanos siempre terminaban mal era que los decían en voz alta.

Una gota de sudor cayó de su frente al ver que el resto de sus amigos no se habían dado cuenta de la conversación que mantenían ambos. Tan clásico de las novelas y tan idiota.