Gracias, lencería | Muke Clemmings (en edición)

.12.

TAL VEZ SE DESEPCIONEN PERO ESTA VA A SER LA "HISTORIA" DE CALUM. SÉ QUE ÉL NO ES UN PERSONAJE CENTRAL EN MUKE PERO QUIERO SEGUIR CON EL SUSPENSO DE MUKE PARA EL SIGUIENTE CAPÍTULO RECIÉN :)

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"¿deseas ayuda para eso?" preguntó calum con esa sonrisa coqueta que hacía para toda mujer que entrara al local, no es que todas le atrajeran, simplemente era el hecho de que le gustaba actuar así, además veía a las mujeres, tuviesen la edad que tuviesen, sonreír. Esta vez se había acercado a una chica a la que en realidad solo había visto de espaldas, estaba buscando una talla de sostén en específico y solo movía y removía los ganchos como si no encontrara la talla que deseaba.

A calum casi nunca le había pasado el quedarse mudo ante una chica, pero cuando esta en particular se dio la vuelta, calum no pudo hacer más que quedarse callado a admirar cuán bella era para él. Si me dejan hacer un comentario, la verdad esta chica resultaría como cualquiera para nosotros, era alta, no diré que de contextura delgada porque eso sería mentir, la contextura la dejo a su elección. No llevaba maquilaje y era como cualquiera de las personas normales comprando en una tienda. Pero calum había quedado hechizado en eso ojos color miel y en ese cabello con algunas ondas que caían de manera despeinada sobre los hombros y pecho de esta chica. Ella la verdad había reaccionado un tanto asustada, tenía sus motivos por los cuales no estaba completamente cómoda con los chicos, pero eso lo contaremos luego. Calum estaba muy distraído con lo que el descrcibía como lo más bello de este mundo como para notar que ella estaba nerviosa. 

"ehmm, bueno sí. busco una talla en particular y no la he podido encontrar" dijo ella. "pues, dime cuál es y yo puedo ir por ella, si te parece" calum había comenzado a pensar por primera vez en lo que decía, y deseaba poder comportarse como otras veces como si ella fuera cualquier otra cliente, pero enserio no podía. 

Así lo hizo, y regresó con la talla pedida por la joven. Ella le agradeció y ambos fueron al mostrador. Él le dijo el precio a pagar y ella comenzó a sacar el dinero. "hey, ehmm..." "..." calum río, esperaba que ella le dijera su nombre, como siempre había funcionado con las demás chicas. "¿cómo te llamas?" preguntó por primera vez a una chica. "layla" dijo la chica, contando bien el dinero, la verdad ella no estaba tan interesada en relacionarse con calum, o al menos eso parecía. "yo soy calum" y sonrió, ¿recuerdan esas sonrisas suyas de perfección? bueno esta vez estaba algo cambiada y sonreía con una felicidad nueva para él. ella le netregó el dinero y cogió las bolsas. "layla, disculpa. ehmmm... pues, quería saber si quisieras hacer algo después, me refiero a... algo como almorzar juntos. Así podemos hablar sobre... música, como... maroon 5...o bueno, todo lo demás que te guste." podrían reírse de cuán tierno se veía calum intentando hablar con esa chica. Él había notado que cuando layla sacaba su billetera, tenía un llavero colgando con el símbolo de maroon 5. La verdad, él no escuchaba su música, pero solo quería decirle algo interesante para que ella accediera a comer con él. "¿te gusta maroon 5? genial. claro, podemos hablar sobre su música en el almuerzo.". "¿a las doce está bien? ¿en el patio de comidas?" dijo con sonrisas. "claro, ahí te veo" solo repsondió ella y sonrió un poco y se fue de la tienda.

¿Maroon 5? ¿enserio? calum estaba perdido, ¿qué acababa de hacer? él no conocía ni una de las canciones de maroon 5, a excepción de la más conocidas pero ella parecía una fan, ¿ahora qué?

Calum se pasó esa mañana comprando y escuchando cada album existente de maroon 5, cada single, aprendiéndose cada nombre de cada integrante. Se sentía como si hubiera vuelto a la escuela y hubiera tenido que estudiar para un examen, aunque se sentía más nervioso que los exámenes que daba en el colegio.