6

4.9K 730 22
                                    


El camino a casa fue silencioso.

Jin no había dicho absolutamente nada al respecto y Jimin no se atrevía decir algo que podría ocasionar el llanto en su hermano, como sabía que sucedería apenas llegaran a casa.

Todo el camino, el pelinegro se la pasó observando hacia la ventana. Viendo como casi toda la ciudad estaba militarizada y llena de una tranquilidad enfermiza. Como si todos intentaran decirse a sí mismos que todo está bien y que las cosas se están solucionando, cuando en realidad era todo lo contrario.

Casi nadie se atrevía a salir de sus hogares después del toque de queda a las seis de la tarde por miedo a que algo pueda sucederles; de hecho, muy pocas personas se atrevían a salir, en realidad. Y cuando lo hacían, sólo era para ir a comprar suministros y luego volver a su encierro que, supuestamente, los mantenía a salvo.

Durante el camino, también vio a muchas más personas infectadas de Nekroneuralis que estaban, quizás, en las últimas etapas del virus. Aquello le hizo sentir una fuerte opresión en el pecho y no logró mirarlos por mucho tiempo. Y mucho menos cuando vio el cómo una mujer le gritaba a quien antes había sido su hijo y luego, llorando y culpándose, quizás cumpliendo una promesa, le había disparado en la cabeza al momento en el que este se había lanzado a atacarla.

Y sabía que dentro de poco tiempo, él estaría en esa situación.

nekroneuralis ─ jikook/kookminWhere stories live. Discover now