Capítulo 34

917 51 6
                                    

Duramos callados varios minutos más desde que planté mi pregunta, el silencio se había vuelto ensordecedor y decidí que ya era tiempo de obtener una respuesta.

-    Hayden creía que ya no había secretos entre nosotros- murmuro.

-    No los hay Tessa, te prometo que no hay más secretos.

-    Entonces ¿por qué Jack dijo eso?- insisto.

-    ¡Porque te quiere separar de mí! ¿No lo ves?- me suelta. – Ese mal nacido de Carter está enamorado de ti e inventara cualquier cosa para separarnos.

Mire hacia todos lados esperando a que nadie hubiese escuchado los gritos de Hayden. Era increíble que sus celos nublaran su buen juicio, puede ser que Jack sintiera algo por mí pero él sería incapaz de inventar una mentira para perjudicar a Hayden.

-    ¿No me crees cierto?- me espeta.

No quiero pelearme con él, sobre todo después de todas las cosas por las que tuvimos que pasar para estar juntos. Ojalá estuviese diciéndome la verdad, pero algo en mi corazón me decía que había algo que Hayden no quería que yo descubriera.

-    Es que no puedo quitarme de la cabeza la idea de que me estés ocultando algo- no me atrevo a mirarlo.

-    Lo único que te estoy ocultando es la razón por la cual Muriel me conoce- admite por fin.

No esperaba que me dijera una nueva historia sobre su pasado pero ahora que lo menciona también me intrigaba eso.

-    Después de huir de Chicago y venir aquí, solía vivir en un pequeño cuarto en los lugares más recónditos e inhabitables de California, nadie con sentido de la cordura viviría donde yo lo hice hace tantos años- me dolía el pecho de solo imaginarme a un pequeño Hayden completamente indefenso. – No tenía mucho dinero con el cual sobrevivir hasta cumplir dieciocho años y recibir la herencia de mis mis padres, así que comencé a buscar trabajo por todos lados pero por mi corta edad nadie quería contratarme.

Hasta ahora no ha habido una historia que no me haya hecho llorar de tristeza deseando haberlo conocido antes para apoyarlo y estar a su lado en todo momento.

-    Un día iba caminando por aquí y me topé con este lugar- me explica. – Moría de hambre así que entré para comprar algo de comer. Tardaron tanto en atenderme que uno de sus meseros me dijo que tenían problemas con el personal, así me ofrecí en ayudarlo sin cobrar nada porque vi como todos estaban agotados y desesperados. Al terminar el día una mujer mayor de pelo rojizo quiso hablar contigo, me preguntó mi nombre, mi edad y el por qué estaba atendiendo a sus clientes.

Estaba escuchando a Hayden tan atentamente que me daba cuenta de cuáles eran los recuerdos felices y cuáles eran los dolorosos por la forma en la que cambiaba su expresión facial, a veces fruncía el ceño y otras veces ampliaba su sonrisa.

-    Después de responder a todas sus preguntas algo me impulsó a contarle también mi pasado, no sé porque pero se ganó mi confianza de inmediato al igual que yo me gané la suya. Me dio las gracias por haber ayudado a su equipo y me dijo que nos veíamos al día siguiente temprano. Me dio trabajo, gracias a ella pude cambiarme de casa, pagar mis estudios y crecer como persona. Le debo mucho a Muriel, se convirtió en una segunda madre para mí.

-    ¿Y porque dejaste de verla? Acaso después de heredar tu fortuna decidiste que ya no era necesario estar con las personas que te ayudaron en un principio- refuto.

-    ¡No! Claro que no- alza la voz. – Cuando entre a la universidad conocí a ciertas personas que me transformaron en una horrible persona pero yo me sentía el rey del mundo siguiendo los juegos de esos chicos. Todos en la escuela me veían como a un Dios, me amaban y nadie me decía que no...hasta que apareciste. Cambiaste mi vida por completo.

Eres Mía (1)Where stories live. Discover now