Capítulo 5

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¡Jamás volveré a estos sitios! Justo ahora debería estar en pijama, acurrucada en mi cama con un buen libro en mano, incluso dormir sería mejor opción que todo este desastre, pero en vez de eso decidí venir aquí a pasar un mal momento, supongo que eso es lo que merezco por tratar de encajar con este tipo de personas, no son más que un montón de extraños que lo único que quieren es emborracharse para el día siguiente no recordar nada de lo que han hecho la noche anterior.

Me sentía asfixiada de estar entre tanta multitud, así que me dirigí al único lugar que siempre me hacía sentir mejor, el jardín. Respiré profundamente dejando que el aire limpio desintoxicara mis pulmones llenos del humo de cigarro que había inhalado dentro de la casa, me sentía algo aturdida y mareada aunque no sabía si era por la música que estaba a todo volumen o por el pequeño trago de Jungle Juice que había tomado antes, aunque esperaba que no fuese la bebida porque eso significaría que le metieron algo más que sólo tequila y vodka. De repente siento en el bolsillo trasero del pantalón una vibración molesta y cuando saco mi teléfono veo en la pantalla en nombre de mi madre, esto era lo único que me hacía falta para cerrar con broche de oro mi noche.

-    ¿Hola?- respondo la llamada.

-    Teresa querida ¿cómo va todo en la universidad? Espero que los dormitorios estén cómodos- contesta mi madre.

-    Bien madre, todo está bien- respondo sin gana mientras coloco mi mano izquierda alrededor del micrófono para opacar un poco el ruido.

-    ¿Teresa estás bien? Te escuchas algo desanimada, te advertí que Stanford no era la mejor opción para ti.

Ahí vamos de nuevo con el tema de la universidad, pero siendo sincera, ya se estaba tardando en reprochármelo nuevamente.

-    No madre, no es eso, es solo que ha sido una semana larga por el nuevo horario de clases y la mudanza pesada- digo tratando de mantenerla tranquila. – Estoy algo cansada nada más.

-    Teresa no te escucho muy bien, hay demasiado ruido, ¿en dónde estás? ¡Acaso has ido a una fiesta!- grita mi madre. Sabía que era demasiado tarde para mentir, así que no me quedó otra opción que terminar la llamada.

-    Madre tengo que dejarte, es demasiado tarde y estoy cansada, hablamos mañana- digo rápidamente poniendo fin a una discusión.

Excelente, esto era indudablemente excelente, no solo fui humillada públicamente sino que ahora también mi madre sabía que había ido a una fiesta sin su consentimiento, tan sólo esperaba que mañana por la mañana no llegará de sorpresa a mi dormitorio para llevarme de vuelta a casa. Creo que esta ha sido una nueva forma de demostrarle no ser digna de su confianza pero qué más da, hiciera lo que hiciera nunca sería suficientemente buena para ella. Es por eso que me decido a apagar el teléfono antes de que me bombardee de llamadas.

-    ¿Qué diablos haces aquí afuera?- una voz detrás de mí me trajo de vuelta de mis pensamientos.

Estaba a punto de dirigirme a esa persona y decirle que no me molestara y que se alejara lo más pronto posible de mí hasta que vi el rostro de Hayden.

-    Tan sólo vine a tomar un poco de aire pero ya me iba- digo dándole la espalda y dirigiéndome nuevamente hacia el interior de la casa.

-    Diste un buen espectáculo, eso de no querer besarme fue simplemente increíble- me suelta desvergonzadamente.

Escuchar su afirmación hizo que me detuviera en seco, este chico se creía mucho más de lo que pensaba. Es gracioso como la fama de alguien puede llegarle a afectar demasiado la cabeza, si no fuera por lo que Josh me ha contado de él pensaría que estaba completamente loco.

Eres Mía (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora