Eres Mía (1)

Capítulo 33

Con un movimiento rápido cambió nuestras posiciones iniciales, esta vez siendo yo la que estuviera arriba de él, tomó el preservativo que ocultaba en su mano derecha, rasgándolo desesperadamente, «seguramente debió tomarlo antes de subir a la cama» tardo unos segundos en colocarlo haciéndome más impaciente de lo que estaba.

-    Puede que esto se sienta diferente- me mira antes de intentar hacer algo. – Si te sientes incomoda solo dilo y me detendré ¿De acuerdo?

Me encantaba que fuera tan cuidadoso conmigo, no importaban las veces que hiciéramos el amor, él siempre cuidaba de mí. Elevó mis caderas un poco teniendo el espacio suficiente para introducirse en mí. Sentí el roce del condón a medida que fue bajándome lentamente, llenándome por completo.

-    Mierda- cierro los ojos con fuerza y apoyo mis manos en su pecho.

Tenía razón, se sentía diferente.

-    ¿Estás bien?- pregunta mientras me apartaba los mechones de cabello de la cara, acariciando mi mejilla.

-    Sí, estoy bien...es solo que...te siento más profundo- tartamudeo avergonzada.

-    ¿Quieres que paremos?- pregunta.

-    No. Me gusta- respondo moviéndome despacio para acostumbrarme a la sensación.

Muevo mis caderas de arriba a abajo suavemente hasta que me acostumbré a tenerlo dentro. Después de un tiempo Hayden me rodeo la espalda recostándome en su pecho, tomando el control de la situación y acelerando el ritmo. Me apoyo con las manos en su pecho mientras que el hace chocar nuestras caderas entrando y saliendo de mí de una forma maravillosa, creí que no podía haber mejor sensación que esta, hasta que palmeo y tomó mi trasero subiéndolo y bajándolo más rápido, lo que provocó que mis gemidos salieran intensamente de mi boca. Mis muslos comenzaron a agotarse, el sudor de nuestros cuerpos se hizo presente haciendo que nuestros besos supieran ligeramente salados, los dos estábamos a punto y no había nada que nos detuviera ahora.

-    Ahhh...Hayden- gimo con fuerza.

-    Te amo Tessa- dice moviéndose suavemente.

-    Yo también te amo- me levanto de su pecho y lo miró fijamente.

Ambos terminamos y me dejo caer a un lado de él. Me siento agotada y desorientada, mi corazón aún está como loco al igual que mi respiración. Hayden se levantó para tirar el condón en la papelera que está justo al lado del escritorio, ver su cuerpo tatuado y desnudo me hacía querer repetir lo que justo habíamos terminado.

-    Espero no haber sido muy brusco contigo- dice mientras vuelve a la cama.

-    No. Estuviste perfecto- me sonrojo.

-    ¿Estás lista para volver a la fiesta?- pregunta besando mi hombro izquierdo. – No quisiera que tu madre se ponga a buscarnos y nos encontrara de esta forma.

-    Aunque me muera por pasar toda la noche contigo en esta cama tienes razón, no sería bonito que mis padres me encontraran desnuda con mi novio al que acaban de conocer- le doy un rápido beso antes de levantarme.

Comenzamos a vestirnos rápidamente y siento la mirada de Hayden fija en mi cuando empiezo a ponerme la lencería de encaje. Me avergüenza un poco pero al mismo tiempo me hace sentir sexy. Le pido ayuda para cerrar mi vestido y cuando termina de subir la cremallera y me vuelvo hacia él para ayudarlo con su corbata. Arreglamos la cama como si nada hubiera pasado y me enrollo el cabello en un moño bajo nuevamente. Habíamos dejado todo ordenando y acomodado pero aún había algo que me retenía, no quería salir a esa horrenda fiesta teniendo que soportar el desaire de mi madre. Después de la discusión que habíamos tenido nuestra relación ha cambiado para siempre, está ya no era mi casa, ya no era bienvenida aquí a menos que renunciara a mi libertad e hiciera todo lo que Lilian Archibald me dijera y eso nunca lo iba a hacer. Hayden tuvo que notar mi tristeza, lo que lo llevó a abrazarme por detrás besando mis hombros.