Mi lobo. Mi alfa

CONVIVENCIA parte 2

Reborn estiraba cada uno de sus músculos mientras observaba la noche sin luna, empezaría de noche el entrenamiento para que con los primeros rayos de sol resintieran todo el cansancio, necesitaba hacerlos fuertes frente a sus propias debilidades.

Gracias a sus habilidades de lobo había podido crear una pista de atletismo y algunas otras cosas que necesitaría además había delimitado un perímetro de bosque el cual estaba lleno de trampas para que ellos entrenasen.

Reborn sonrió al verlos llegar con las miradas confiadas, no sabían que les esperaba; como había pedido todos habían llegado con un pants de diferente color mientras les indicaba colocarse en la pista.

-bien los que aun son humanos solo darán 6 vueltas trotando; los demás darán 150 trotando también y nada de usar sus poderes; tienen la resistencia suficiente para aguantarlas-

Y así el entrenamiento empezó con ejercicios "sencillos" debía poner primero a prueba su capacidad física antes que la intelectual, dejo fluir su aroma especialmente para que Tsuna lo sintiera y cuando este lo volteo a ver de forma enojada, sonrió; tenia que presionarlo el doble a él por ser la cabeza de familia.

El entrenamiento acabo con las primeras luces del alba mientras Reborn sonreía al ver que todos los vampiros caían de rodillas por el efecto retardado del entrenamiento.

- ¿Qué demonios? –

-es un efecto retardado, con esto compruebo que sus cuerpos no han conocido el entrenamiento diario-

Se acerco a Tsuna quien parecía estar más cansado y lo tomo en brazos, en cuanto este sintió su aroma clavo sus dientes en su garganta provocándole un quejido algo fuerte pero aun así dejo que el más joven bebiese de su sangre.

-tranquilo o me desmayare-

El vampiro joven despejo sus colmillos mientras bajaba de los brazos del mayor y esta se recargaba en un árbol cercano, ese chiquillo lo iba a matar en menos de una semana de entrenamiento, bueno estaba acostumbrado a que lo intentasen matar siempre y morir por causa de un neófito no era tan malo.

-vayan dentro, pueden descansar y comer-

Se quejo mientras sentía que la herida iba cerrando mientras entraba a la casa con calma, necesitaba comida; llego al refrigerador mientras lo habría viendo un trozo de carne cruda de conejo la cual tenia su nombre escrito, sonrío de lado mientras cortaba varios trozos pequeños y los comía.

- ¿mejor? –

- ¿cuándo llego esto aquí? –

-mande a una de las sirvientas por él, prefiero tenerte alimentado si tú eres mi alimento-

Tsuna parecía en mejor estado que él, pero gracias a la carne se sentía mejor se levantó mientras se acercaba, Tsuna retrocedió un paso, pero mantuvo la mirada fija en el lobo no podía dañarlo y él tenía más oportunidad para matarlo.

-necesito al menos salir una vez a cazar, o mi cuerpo no resistirá; una noche de Luna llena-

Tsuna lo miro seriamente, eso solo significaba que debía quitarle el collar para que el lobo pudiera transformarse, pero también podía huir; miro el calendario, la próxima luna llena era dentro de tres semanas.

-ya veremos-

Reborn supo que no sería fácil que Tsuna cediera, pero tenía tres semanas para convencerlo; el día paso relativamente normal mientras Reborn les enseñaba las reglas básicas de convivencia; ya de noche observaba al neófito quien no parecía muy feliz; tenía que darle su habitación propia y eso molestaba al vampiro mientras hacia los cambios necesarios para ello junto con los demás vampiros.