❝¡Yoongi Hyung!❞ » YoonMin #1

Apego

La teoría del apego habla acerca de el crecimiento del entorno de un niño. La seguridad, la ansiedad y el temor depende mucho de lo que llaman figura de afecto o de apego y de las respuestas que ella le dé al niño.

Existen cuatro pautas del apego; seguro, ansioso-resistente o ambivalente, ansioso-evitativo y desorganizado o desorientado.

Al principio cuando Yoongi empezaba a conocer al pequeño Jimin el era del tipo de apego desorganizado o desorientado. Sentía temor y rechazo al no poder encontrar una figura de apego. Su ansiedad y estrés sobrepasaban los límites que debía de tener y para un niño... Eso era lo peor.

Por eso se sentía orgulloso del cambio que Jimin había tenido a lo largo de los años y por más de que en este momento se encontraban en un tribunal a tan solo tres días de su boda, con su cuerpo temblando sin parar sabía que esto era lo correcto para él y para todos.

—Llamo a Park Jimin al estrado.

El cuerpo de Jimin tembló. Eso estaba programado, lo habían ensayado con su abogado, sin embargo, su cuerpo reaccionaba de esa forma a tal miedo que tenía dentro.

Aún se sentía ese pequeño niño cuando miraba a aquella persona que debía llamarse padre. Débil, desorientado. Dolor, enojo, gritos y sufrimiento. ¿Qué estaba mal con él? Siempre se lo había preguntado, ¿Qué había hecho para merecer eso?

Sus pasos resonaron en el silencioso salón y con cada uno que daba su alma se salía un poco más de su cuerpo. No quería llegar, no quería voltear y ver su rostro pero al hacerlo y verlo, con esposas en sus muñecas pero sin una gota de arrepentimiento en sus ojos su miedo se transformó en rabia completamente.

—Señor Park ¿Podría decirnos la relación que tiene usted con el acusado?

—Es mi... Se supone que debería ser mi padre– su voz apagada apretó por completo el pecho de Yoongi.

—Y díganos señor Park...

—No– interrumpió–. No voy a responder sus preguntas.

Sus amigos lo miraron intentando decirle "¿Qué haces? Sigue con lo ensayado" pero él no quería decir solo aquello, quería liberarse de esa carga de una vez por todas.

—Solo... Solo déjenme hablar y les diré todo lo que paso sin necesidad de preguntas.

Respiró hondo y miró a su padre.

—Fue hace mucho tiempo. Realmente no recuerdo la edad que tenía solo sé que mucho tiempo, muchísimo tiempo, estuve fingiendo tener una edad que no tengo y me convencía a mi mismo de que tenía aquella edad. Al principio fue muy tedioso porque algunas personas me miraban y decían "comportate de tu edad" y yo no lo entendía. Fui y aún voy a terapias para poder afrontar eso y hoy puedo decir que estoy un poco más consciente del mundo que me rodea, del mundo real que siempre quise pintar de color rosa para ahogar mi dolor.