CAPÍTULO I

7K 529 113
                                    

—¡Louis!. —me mueven de los hombros para luego destaparme. Me encogí en mi lugar por el frío que hacía, sin embargo no podía calentarme de nuevo. — Ya es hora de irnos, Amalia debe ir a la escuela y nosotros debemos empezar con nuestros magníficos trabajos. —soltó con sarcasmo.

—Ya voy. —me senté en mi cama y me estiré. — eres molesto, ¿La cachorra ya despertó?.

—Sí, está en su habitación cambiándose.

—Bien, iré a preparar el desayuno.

— Oh no, nada de eso. —sonrió. —Ya está listo, además tú siempre lo preparas, ya era hora de que yo haga el desayuno.

—Gracias, Zayn. —me levanté y caminé hacia el pequeño y desgastado ropero que compartimos. —¿Te quedarás ahí viéndome o también te cambiarás?.

—Lo siento. —bajó la mirada.

—Hey, no te disculpes por todo y menos cuando estamos aquí, allá afuera si estamos permitidos hacerlo para que no nos condenen por ese consejo estúpido. Aquí nosotros podemos hacer lo que sea, podemos ser lo que queremos. — lo despeiné.

— Eres el mejor amigo que tengo, de verdad me alegro mucho haberte conocido.

—Opino lo mismo, son lo mejor que tengo en mi vida. — besé su frente.

Después de esa charla nos cambiamos con prisa, salí de la habitación que compartía con el omega y fuí hacia la de la cachorra.

—Amalia, ¿Ya estás lista?. — toqué la puerta levemente.

— Ya salgo, Lou. — respondió desde adentro y me alejé para poder ir al baño.

Me lavé la carta y los dientes, salí y fui a la cocina para poder engullir algo.

— ¿Tostadas con leche de nuevo?. - preguntó la cachorra.

—Sí, es lo único que podemos pagar. —respondí y me senté frente a ella. —Falta poco para fin de mes y nos pagarán nuestro salario, ese día podremos comer bien. — le sonreí.

—Está bien, Lou. — me sonrió y comió tranquila su desayuno.

Zayn y yo creíamos que ella iba a ser alfa por su actitud protectora y territorial, además que su olor no era dulce como de las omegas.

Pronto terminamos de desayunar y salimos de la casa rumbo a nuestros deberes diarios, pasamos por la escuela de Amalia dejándola ahí y luego fuimos a nuestro primer trabajo del día, la casa de uno de los "supremos". Zayn y yo nos encargamos de mantener toda esa mansión antigua muy limpia y ordenada, a diario iban muchos alfas pura sangre y me terminaba doliendo la cabeza por la combinación de tantos olores fuertes que poseían.

Entramos por la puerta trasera y saludamos a la cocinera, con Zayn fuimos por los implementos de limpieza y subimos a las habitaciones, a esta hora sólo estábamos los empleados.

Entramos a una habitación que apestaba a alfa, me tapé la nariz por el fuerte olor y proseguí a recoger la ropa sucia mientras Zayn tendía la cama, esa habitación estaba hecho un desastre total, bueno, todas de seguro están iguales o peores.

Bajamos al sótano donde se lavaba toda la ropa y la metimos en la lavadora, suspiré con cansancio por hacer todo tan rápido, Zayn miró la hora y se dejó caer en el piso.

—Cada día detesto estar aquí. —bufó.

—Yo también, sobre todo por el olor a alfas que hay en toda la casa y no lo tolero.

— Pero no podemos hacer nada, lo único que agradezco es que cuando nosotros estamos aquí, no hay ningún alfa idiota que nos esté tratando mal. — me senté a su lado.

—A la única alfa que soporto es a Amalia. —sonreí.

— ¿Cómo estás tan seguro que será alfa?.

— Por su olor y por su conducta que no es propio de un omega.

—Tienes razón, al menos tendremos a alguien que nos cuide. — rió levemente y se levantó. — Es hora de limpiar toda la casa.

—No, odio ir a su oficina y su supuesta sala de entretenimiento, Dios sabrá lo que hace allí. —hice una mueca de asco.

—Hace una semana, el día que no entraste conmigo ahí, encontré la ropa interior de una omega y muchos líquidos corporales, sentí náuseas en todo el día.

—Gracias a Dios que no entré contigo ese día.

— Pero no tendrás suerte está vez, ahora sí entrarás conmigo. —me ayudó a levantarme. —Apúrate que debemos venir a tiempo cuando la ropa esté limpia para poder dejarlo en su lugar.

Me jaló hasta salir del sótano y empezamos a limpiar desde la puerta hasta la puerta trasera que daba al patio, felizmente habían dejado la sala de entretenimiento con seguro y no pudimos entrar, de verdad, ese lugar en específico me hace querer vomitar por un olor particular que tiene, que aún no logro descifrar que es.

Una vez la ropa estuvo limpia y seca, fuimos a colocarlo en su lugar, ya se nos había hecho un poco tarde y debíamos darnos prisa, no queríamos que esos alfas nos vieran y mucho menos captaran nuestros aromas.

Esta era la última habitación en donde debíamos dejar la ropa, cuando se escucha un estruendo y muchas voces en la planta baja, nos miramos con pánico y nos apuramos aún más. Salimos rápidamente de esa habitación y bajamos con la mirada hacia el piso, percibí muchos olores de alfas y quise salí corriendo.

Pasamos casi cerca de ellos porque para mala suerte de nosotros, ellos estaban cerca a las escaleras.
Al percatarse de nuestra presencia se quedaron callados, Zayn se acercó más a mí y nos dirigimos a la puerta trasera sin decir nada, sólo se escuchaban nuestro corazones alterados y la respiración agitada por miedo.

— Omegas. —llamaron y nos quedamos quietos. —Vengan para acá. —ordenaron y con lágrimas en los ojos nos acercamos a ellos.

— Vaya, sí que son muy lindos. — uno tomó el mentón de Zayn y lo alzó.

—Y mira a este, esas caderas pronunciadas parecen fértiles. — otro se acercó a mí y me alejé de su toque. — Lástima que no seas de sangre pura, porque de lo contrario yo te marcaba como mío. — me tomó del brazo rápidamente.

—Iremos a la sala de juegos, no nos molesten. - informó el que tenía a Zayn y nosotros negamos.

—¿No irán?. —se burló y quise alejarme de él. — Quieto. — gruñó y logré soltarme de su agarre. — Eres un maleducado.—me cargó.

Por favor alfa, sálvame. Rogó mi omega, era tan iluso.

Yo sabía que nadie iba a venir por nosotros, porque ese tal alfa no existía. Yo tenía que librarme de este imbécil por mi propia cuenta, así tenga que ir a juicio con los supremos.



「𝙁𝙤𝙪𝙣𝙙 𝙔𝙤𝙪」©ミ 𝙇𝙖𝙧𝙧𝙮 𝙎𝙩𝙮𝙡𝙞𝙣𝙨𝙤𝙣 (𝙎𝙞𝙣 𝙚𝙙𝙞𝙩𝙖𝙧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora