A - El dia en que Ben supo...

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*Capítulo Especial*

El día en que Ben supo que se había enamorado del chico de pecas y ropa fina
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No fue sino hasta unas semanas después de conocer al extraño sujeto que comenzó a llamarle la atención de una manera más indiscreta.

Benjamín, como el autor intelectual del programa de reinserción de villanos, debía estar al pendiente de sus cuatro candidatos todo el tiempo. Incluso antes de sacarlos de la isla, el rey ya tenía un ojo siempre sobre de ellos.

Fue así como descubrió algunos rasgos interesantes del hijo de Cruella DeVil.

Carlos, un adolescente inquieto y problemático, tenía algo que causaba intriga en su observador. Aquella agilidad para moverse, la sencillez con que lograba escapar de las consecuencias de sus maldades, lo impresionaban. Todo su cuerpo era una máquina elástica que podía sortear cualquier problema.

Ben pensó que sería interesante probar sus habilidades para poder tener un mejor control del experimento en caso de que algo saliera mal. Lo propuso a sus padres quienes aceptaron de inmediato y asignaron a especialistas en el tema para cada uno de los seleccionados, excepto para Carlos. Ben se ocupó personalmente de su observación y no aceptó que alguien más se inmiscuyera en su trabajo.

Carlos era su sujeto de observación y de nadie más.

Sin embargo, aún tenían el problema del cómo los observarían.

El uso de búhos espía fue propuesto por uno de los consejeros reales quien sobrevivió a la tiranía de la Reina de hielo hacía muchas décadas y recordaba bien cómo esos pajarracos fueron excelentes ojos para la bruja. Dicen son mejores que los cuervos pues pueden ver a cualquier hora del día y en cualquier dirección.

Ben sintió un escalofrío al pensar que pudiera haber ojos por todas partes sin que nadie se diera cuenta ¿puede incluso que él haya sido espiado alguna vez y jamás lo notó?

Aún así accedió a enviar cinco aves a la isla, uno para cada candidato y otro más para vigilar la isla.

Ben bautizó al búho que utilizaba para observar a Carlos como Bianca. Ella fue sus ojos y oídos durante más de un mes en el que descubrió cosas increíbles del isleño, tanto que cada día le emocionaba qué otro talento podía esconder Carlos bajo su manga.

Él mismo diseñó una libreta especial para usarla de bitácora y anotar en ella todo lo que descubría. Escribió con letras grandes y detalladas en la primer página: Carlos DeVil "cachorro".

Le dio ese apodo personal tras ver su comportamiento diario con su madre. Ben pensaba que la actitud tan inocente y cariñosa que tenía con la mujer lo hacían especialmente adorable. Era una faceta que solo mostraba con ella.

Tras una estúpida asociación de ideas en la ducha: Cruella, abrigos, pieles, dálmatas, cachorros… decidió que el apodo de cachorro le hacía justicia totalmente al chico de pecas.

En una segunda página de su bitácora, escribió la información básica que iba recolectando:

Familia: Madre, amigos...

Color favorito: XNegro, Xblanco, rojo (?) Blanco

Altura: Tres cajas de fruta, ≈ 1.70 m

Pieles y coronasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora