✧ 18

11.3K 837 107
                                    

Hoy, uno de los chicos de mi salón había organizado una fiesta en su casa por su cumpleaños número diecinueve, y definitivamente gran parte de la escuela estaría allí, incluyéndome.

—La pasaremos genial —dijo, Mina sentándose al borde de su cama.

—Siempre la pasamos genial —le recordé, acomodando mi flequillo— ¿Nos vamos?

—Claro.

Salimos de su casa despidiéndonos de su madre, y corrimos para subirnos al coche de su novio.

—Nunca antes había conocido a alguna chica que tardara menos de media hora arreglándose.

—¿Llevas aquí media hora? —pregunté, deslizándome por el asiento trasero.

—No, pero Mina me ha enviado un mensaje antes diciendo que las esperara porque recién comenzaban —respondió, mirando a través del espejo retrovisor— Ustedes son increíbles, pero más mi novia que tú.

Volteé los ojos cuando estiró sus labios para besar a mi amiga.

—No frente a los pobres, por favor —pedí, desviando la mirada a la ventana.

—No niegues lo que tienes —me respondió KiTae, y lo miré confundida— Ese chico que vino hasta seul por ti -agregó, encendiendo el coche.

Rápidamente me incliné asomando mi cabeza entre los dos asientos delanteros para mirar a Mina.

—Sabes que le cuento todo.

—¿Todo?

—Omito algunas cosas, por supuesto.

—¿Qué cosas? —preguntó, sin despegar la mirada del camino.

—Cosas de mujeres —respondí, volteando de golpe la cabeza hacia él— ¿Quieres saber?

—No, gracias.

El resto del camino me fui en silencio, ellos al contrario hablaban sobre asuntos suyos.

—Llegamos —anunció, aparcando el coche frente a la casa de Hwiyoung.

—Vale, supongo que yo debo irme primero —comenté, abriendo la puerta- Gracias, nos vemos luego.

—No bebas tanto si estás cerca de un chico —me gritó, cuando estaba a punto de entrar en la casa, y cuando volteé ambos me miraban burlones.

Bueno, ella seguro le había contado.

Le enseñé mi dedo medio y giré nuevamente para entrar a la casa.

Solo saludé a los que realmente conocía, y me aproximé al patio trasero de la casa.

La piscina estaba rodeada de chicos y chicas coqueteando, pero el ambiente estaba mejor que en el interior. Estaba más fresco.

—¿Necesitas compañía también? —susurraron en mi oído, y me estremecí al sentir su aliento chocar con mi cuello.

Velozmente me volteé al reconocer la voz.

—¿No pensabas invitarme? —preguntó, dando una rápida mirada a nuestro alrededor.

—¿Que haces aquí?

—¿Vas a preguntar aquello cada vez que me veas? Y estoy aquí para hacer de tu noche una más divertida aún, por supuesto.

—Voy a golpearte.

—Haz lo que quieras conmigo, preciosa

Realmente quise golpearlo, pero no me atreví.

—¿Como supiste que estaría aquí? ¿Estuviste investigando? Porque si es así déjame decirte que esto me está dando miedo.

—No te investigué, no te preocupes —respondió, regalándome una sonrisa que parecía sincera— Tu amiga me envió un mensaje y en el la dirección.

Wrong Number; jjkWhere stories live. Discover now