El hijo de la muerte (Nico di Angelo)

Capítulo 90: ¿Chofer?

*James *

Cruzo la barrera aún un poco en shock. Y no justamente por haberme ido del Campamento.

Había besado a Daisy. Y ella no se había alejado.

Al fin me había armado de valor y lo había echo.

Y había sido incluso mejor de lo que creí que seria.

Sus labios habían sido cálidos y dulces...

Sus ojos verdes se centran en los mios, observándome con atención. Un mechón rebelde de su cabello le cae por el rostro y yo alargo la mano, apartándoselo de la cara. Acaricio su mejilla con el pulgar, y ella no se separa.

- Te voy a echar de menos, Daisy - digo con una pequeña sonrisa.

Porque realmente la voy a echar de menos. Voy ha echar de menos el ver sus ojos brillar cada vez que me ven, su larga cabellera negra agitándose cuando corre, su dulce voz pronunciando mi nombre, el pequeño holluelo que se le forma en la comisura izquierda de la boca cuando sonríe...

Voy a echar de menos todo de ella.

- Y yo a ti - me devuelve la sonrisa - Ya verás cuando vuelvas.

Y ahí está de nuevo, ese pequeño holluelo que la hace parecer tierna y dulce. Mi respiración se entrecorta y bajo la mirada, avergonzado.

- ¿Cuando vuelva? No, Daisy, no creo que vaya a volver - niego con la cabeza - Dudo que mi padre deje que me vaya.

Eso es cierto. Thánatos me dejó muy claro que necesitaban mi ayuda; lo que significa a todas luces que probablemente pasaré el resto de mi vida en el Inframundo rodeado de almas en pena.