Capítulo 44: "Te quiero"

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*Nico*

Despierto por la tenue luz que entra por la ventana de la pared, la única de toda la cabaña. Abro los ojos encontrándome con una larga cabellera negra esparcida de forma desordenada por toda la almohada. Sonrío instantáneamente y me incorporo sobre un codo para poder observarla mejor. Está tumbada de lado sobre el colchón, con brazo extendido a un costado y el otro debajo de la almohada. Le aparto con dulzura el pelo de la cara y ella se remueve en sueños.

- No... - dice con voz pastosa mientras frunce el ceño - Cuidado... Nico... - la miro fijamente cuando pronuncia mi nombre. ¿Esta soñando conmigo? Una sonrisa se instala en mi cara - Si... - se le ilumina la cara con una gran sonrisa - Yo también... si... - la miro fijamente - Nico... Yo... Te quiero.

La miro estático mientras en mi cabeza reproduzco sus ultimas palabras. "Te quiero".

Oh dios. Cuanto habré querido oír esas palabras. Aunque me satisface que las haya dicho inconsciente, lo que significa que son verdad, me gustaría que me las dijera estando consciente.

Me inclino lentamente y presiono mis labios contra la piel de su cuello. Empieza a murumurar más cosas sin sentido. La beso el hombro y ella abre los ojos lentamente. Sus mejillas se sonrojan automáticamente cuando me ven.

- ¿Soñando conmigo, preciosa? - la pregunto con una sonrisa.

Me mira alarmada y se sonroja más aún.

- Ni en tus mejores sueños - murmura mirando hacia otro lado.

- Oh, en mis mejores sueños no tienes ni idea de lo que imagino - murmuro provocativo.

Abre la boca y jadea. Me acerco a su cara y la beso, pero me separo rápidamente de ella.

- ¿Porque paras? - me pregunta haciendo un puchero totalmente adorable.

- ¿Quieres que continúe? - pregunto divertido.

- Si - afirma sin vergüenza

- Si ¿que? - pregunto enarcando una ceja.

- Si, quiero que continúes - dice.

Sonrío y la beso muy despacio, mordiéndola el labio.

- ¿Que quieres que haga? - la pregunto con voz ronca.

Daisy se sonroja y aparta la mirada, visiblemente avergonzada.

- Quiero... quiero... - se muerde el labio, incomoda por lo que va a decir - yo... - inspira hondo.

- ¿Que, Daisy? - la pregunto - ¿Que quieres?

Me mira a los ojos con una intensidad que me desconcierta.

- Quiero me hagas perder el control - dice segura.

Abro los ojos sorprendido por su respuesta y trago saliva.

- ¿Que? - pregunto por si acaso e oído mal.

- No me hagas repetirlo - dice - lo has oído de sobra.

Sonrío traviesamente y niego con la cabeza.

- Quiero oírlo de nuevo.

Me mira fijamente con el ceño fruncido y los labios fruncidos. Se levanta de la cama. Abro la boca mientras sonrió admirando la vista; Daisy únicamente lleva unos pantalones muy cortos y una camiseta de tirantes que no deja mucho a la imaginación. La cojo por la cintura y tiro suavemente de ella hasta que queda sentada al borde de la cama. La doy beso en hombro y voy subiendo hasta su cuello.

- No te enfades, cielo - digo.

No me responde así que la giro con delicadeza la cara y la beso muy dulcemente en los labios. Se aparta bruscamente de mí.

El hijo de la muerte (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora