capítulo dos

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Bailes, regocijos y cántaros se proclaman a lo largo de todo el bosque, la vista al cielo deja ver las estrellas y la luna combinado con las lámparas colgantes que alumbran todo el lugar albergado que utilizaremos para la ceremonia, mesas extendidas debajo de finas telas color crema con una hermosa decoración de velas con flores sobresalen sobre esta, sillas de madera acomodadas ordenadamente en fila con un lazo en él respaldar, suelo blanco  adornado con toques de luces para hacer presencia a la pista del baile que comenzará en unos escasos minutos.

Todo el pueblo se encuentra reunido en este yaciente espacio, cada uno con finas prendas, las mujeres vestidas con unos elegantes vestidos que le llegan hasta sus pies para contrastarlo con un peinado y maquillaje digno de una gala, los hombres con uno traje refinado la mayoría de veces combinado con el color de la vestimenta de su pareja o hija para concluirlo con su cabello mojado peinado hacia atrás. Por mi lado me encuentro igual a ellos, con un saco azul que hace juego con mis ojos oceánicos oscuros con una camiseta blanca que llevo por dentro contrastando con mi cabello oscuro despeinado, el cual arregle con mis propios dedos.

—¡Que viva el nuevo Alfa!

La exclamación de mi mejor amigo me hace despegar mi vista para concentrarla en él.
Noha Dupin cubre su voluptuoso cuerpo en un traje blanco que provoca que se resalte su bronceada piel, sus ojos grises resaltan chispas de emoción, parece que esto lo emociona más a él que a mi propia persona.

—Y que la prosperidad esté con vosotros.

Logro responder a el saludo oficial proclamado para digerirse al nuevo líder.

—Oh vamos, emociónate más, no te vas a morir por ello.

En su cara se forma una estúpida sonrisa de burla.

—Estoy emocionado nada más que no estoy como tú, que hasta podrías saltar en un pie de tan grata emoción que contienes.

Termino provocándole que una risa salga desde el fondo de su garganta pero de pronto mis oídos dejan de escuchar el sonoro de su carcajada para concentrarme en la imagen que contemplan mis mortales ojos, y ahí se encuentra ella luciendo su belleza como una estrella, destacándose entre la gente del pueblo haciéndoles sentir inferior causando envidia entre la aglomeración, Claire Danton.

Su vestimenta consiste en un vestido amarillento acampanado en su cintura pequeña con un escote que deja mucho a la imaginación, el largo de su reluciente vestido termina en sus pies, en los cuales se logran observar unos tacones negros altos, su cabello se encuentra lacio en una coleta alta con ligeras ondulaciones en sus puntas, formando una cascada roja hasta su cadera.

Su maquillaje deja sobresalir su belleza destacando sus ojos aún más de lo que son.

—Hey Romeo

Un codazo en mi estómago me distrae saliéndose mi embobamiento provocando un sonoro gruñido de mi interior.

—Disimula parece que te la comes con tus horrendos ojos.

Su comentario provoca que ruede los ojos, no creo que pueda ser tan obvio.

—No me la estoy comiendo con los ojos.

Le enfrento aunque sé que es una vil mentira.

—Como digas Romeo, solo espero por tu bien que la Luna Llena te ayude a idealizar tus nefastos días con tu enamoramiento juvenil.

Sus ojos encuentran los míos para regalarme una sonrisa de comprensión y tristeza, yo asiento con la cabeza. Estoy consiente del detalle de mi mate, la cual por costumbre no podré elegir pero todavía hay rayos de esperanza en mi o al menos eso espero, el silencio se acopla del espacio entre los dos, yo por mi parte idealizándome que pasará si no es ella mi hilo rojo. El nombre de mi amigo es llamado entre la gente provocando que me mire para hacer un ligero movimiento con su mano para despedirse mientras se dirige con su hermana pequeña que lo ha nombrado.

El ruido de una trompeta deshace la habladuría del pueblo haciéndoles sentarse en sus asientos en sumo silencio, las manecillas marcan la hora de iniciación, me dirijo con la cabeza en alto hasta la mesa del fondo, donde se encuentra la familia del Alfa.Las atentas miradas recaen en mí y en mi padre, el cual comienza a hacer camino hacia una inmensa roca para abrir con su discurso de despedida del mando.

—Hermanos, familia —comienza provocando gritos de euforia entre los invitados—. Bienvenidos a la hermosa morada del cálido bosque, el cual nos recibe con los brazos abiertos este tan anhelado día—sus pies empiezan a bajar de la roca para andar entre la distancia de nuestra mesa hacia el frente, en un continuo vals—. Me enorgullece decir que di lo mejor de mí hasta mi último día al frente de esta manada, una manada unida por el tiempo, cariño y deber entre nosotros. Hoy, hoy me toca a mi como a lo muchos que pasaron por mi campo dejar mi cargo para cederlo a la próxima generación, mi hijo. Hoy la Luna Llena brindará el gran deber a él —su cuerpo se voltea señalándome con su dedo índice, atrayendo la mirada de todos por un momento a mi persona —. De estar al mando de la Luna Llena, nuestra querida manada , nuestra familia y a él le tocará ganarse el honor de todos nosotros. Con ello traeremos también a la nueva Media, la mate del Alpha, así que festejemos y gocemos por los nuevos años prósperos que se vendrán a futuro.

Los aplausos resuenan con eco con el vacío, los nervios vuelven y se van constantemente, porque ahora es mi turno de presentarme como el nuevo Alfa despojando a mi padre de su puesto y proclamando a la nueva Media.

Los aplausos resuenan con eco con el vacío, los nervios vuelven y se van constantemente, porque ahora es mi turno de presentarme como el nuevo Alfa despojando a mi padre de su puesto y proclamando a la nueva Media

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La mate del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora