For you, I will.

Foolish

- Yena -
Yujin sacudió mi hombro, llamándo con insistencia.

Yo no había podido apartar la vista de la persona que se encontraba sentada en la banca de al lado. Desde que Jo Yuri había decidido sentarse a mi derecha, había estado observándola sin ninguna pizca de vergüenza, tanto así, que me extrañaba que ella no se hubiera dado cuenta.

- Choi Yena -
Yujin insistió, dándome un último empujón en el hombro.

Sin comprender exactamente lo que sucedía, solo atiné a apartar su mano y mirarla con extrañeza.

- ¿Por qué la estás viendo tanto? -
Cuestionó, tratando de bajar la voz.

Hasta ese preciso momento, me di cuenta del extraño comportamiento estaba teniendo y que, aún cuando estábamos en medio de la clase, yo no había dejado de observar a la recién llegada.

- Yo.. creo.. que.. que la conozco -
Respondí titubeante.

- ¿En serio? ¿De dónde? -
Preguntó con sorpresa, acercándose a mi espalda.

Mentira. No la conocía. Jamás en mi vida la había visto, sin embargo, tenía que justificarme de alguna manera, pues ni siquiera yo sabía porque la estaba mirando.

- Si la sigues observando de ese modo, solo lograrás incomodarla -
Mencionó en un tono de advertencia.

- Yo ya estoy incómoda -
Hyewon susurró desde su puesto.

- Ya les dije que creo que la conozco -
Contesté con un poco de molestia, girando para mirar a ambas.

En pocos segundos, una voz sonó con fuerza, exaltandonos a las tres.

- Choi Yena, ¿Se puede saber que tanto murmuran? -
El profesor Joon preguntó con seriedad, mirándonos fijamente.

No respondí, únicamente sonreí de manera tonta, como hacía siempre que nos llamaban la atención, pero a diferencia de las veces anteriores, y por primera vez en toda mi vida, me avergoncé por tener todas las miradas sobre mi, en especial, por qué ella me miraba.

- Bienvenida a tu último año -
Yujin murmuró a mi espalda de manera sarcástica.



Las materias especializadas, habían sido el punto de discusión más relevante del año pasado, algo por lo que el consejo de padres había luchado tanto por implementar. Se trataba de un nuevo modelo escolar que se dirigía a los alumnos de último año, en dónde se pretendía introducirnos a las áreas principales de la carreras universitarias que elegiríamos el siguiente año.

Era justo en una de esas materias, dónde me encontraba en este momento. En el salón solo habían tres personas más a parte de mí: Kim Minju, Yabuki Nako y Nam Hyunbin, eran mis compañeros de clase.

Kim Minju era una chica de apariencia delicada y rostro hermoso. Sus padres eran los principales inversores de una compañía de aeronáutica; la única instalada en nuestro país.

Al menos la mitad de la escuela quería salir con ella y la otra parte, deseaba ser como ella. Era ese tipo de chicas con las que uno no se encuentra muy seguido; inteligente, simpática y amable. Demasiado perfecta para ser verdad.

Yabuki Nako, era extranjera pero sus padres tenían acciones importantes en el área automotriz de Corea. Su apariencia tierna no concordaba con su carácter áspero y hostil. Nadie se atrevía a siquiera bromear con ella.

Nam Hyunbin era un chico reservado, solo hablaba con unos cuantos y nunca interactuaba con los de nuestro curso. Sus padres eran dueños de una corporación de informática. Él chico no solo tenía fama de intelectual y talentoso, pues gracias a todas sus habilidades, tenía la palabra genio escrito por todo el rostro.