Grittiness

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Había sido cuestión de segundos para que la tension que siempre se formaba entre ambas, sumergiera la habitación en un hostil e incomodo ambiente. El desagrado que tenían la una por la otra, era más que evidente, y se podía percibir tan solo con ver la expresión en sus rostros; miradas retadoras y penetrantes.

Siempre había sido de esa forma, la inherente rivalidad junto a sus personalidades completamente opuestas, amenazaban con crear una colisión a gran escala y terminar el encuentro en un inminente desastre.

Jamás entendería aquella discrepancia, y algo me hacía creer que ellas tampoco lo podrían explicar. A Chaewon le irritaba cualquier cosa que se relacionara con Yena o su familia, mientras que a esta última, aunque solo respondía de forma beligerante cuando lo creía conveniente, tampoco le agradaba Chaewon. Parecía imposible que en algún momento se llevaran bien.

Eran demasiadas cosas las que me cuestionaba en este momento, pero lo que más comenzó a preocuparme fue la presencia de Yena en la habitación. Chaewon seguramente le hablaría sobre los planes que su padre tenía para ella, y su forma de hacerlo, no sería sutil ni empática. Me preocupaba lo mucho que le afectaría a Yena saberlo. Tal vez, porque podía salir lastimada o en el peor de los casos, podía impulsarla a tomar una decisión equivocada.

Era irónico que hace algunas semanas yo misma le hubiera pedido que regresara a casa, creyendo que eso sería lo mejor para ella. Pero en este momento, me daba cuenta de el error que hubiera cometido. Choi Sehun estaba dispuesto a tratarla como moneda de cambio, no solo para recibir algún beneficio, sino, para ejercer una cruel lección sobre ella. Me parecía tan absurdo y al mismo tiempo despreciable, que siendo su padre la tratara de esa forma, como si Yena fuera solo un problema del que quisiera deshacerse lo antes posible.

No estaba dispuesta a qué eso sucediera, a que ella pasara por algo así, a que su vida fuera de esa forma. Estaba completamente segura de que haría lo que estuviera en mis manos para mantenerla fuera de los planes de Sehun.

- Buen día, Choi -
Chaewon mencionó con indiferencia, saludando de forma forzada. Apenas mostrando una mueca de enfado por el tono con el que Yena había hecho aquella pregunta.

- Te alegrará saber que no he venido a verte a ti -
Dijo secamente, dirigiendo su mirada de vuelta a mí. Evidenciando su intención de ignorarla.

- Supongo que ya has cumplido con tu objetivo, así que ya te puedes ir -
Directa y de forma casi brusca, Yena contestó.

- Me parece que no eres tú quien debe decidir eso -
Con la expresión dura y sin dejar de mirarme, Chaewon afirmó.

Sabía que si no lograba intervenir,
el enfrentamiento entre ellas sería una combustión rápida. Como una chispa que en cuestión de segundos se convierte en un incendio incontrolable.

- Por favor, no iniciemos una discusión-
Mencioné para ambas, mirando con mayor insistencia a Yena, quien no pareció registrar la solicitud implícita en mi voz.

- ¿Por qué continúas poniéndonos en riesgo? -
Preguntó con molestía, caminando pesadamente hasta llegar a nosotras y detenerse a poca distancia de Chaewon.

- ¿Crees que soy yo quien hará que las encuentren? -
Con el rostro lleno de indignación, Chaewon cuestionó con altivez.

- Chaewon... -
Le llamé, esperando a que su lado más razonable no se estuviese nublando por la animadversión que comenzaba surgir de su interior.

- ¿Te preocupa que esté siendo descuidada? -
Enarcó una ceja con clara molestía.

- Se te olvida que a diferencia de tus amigas, todos saben que a mí no me importa lo que te suceda -
Cómo había esperado, la natural aspereza de Chaewon salió acompañada de un frío desplante verbal.

For you, I will.Onde histórias criam vida. Descubra agora