ʙʟᴀɴᴄᴀ ɴɪᴇᴠᴇ

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La incandescente luz envolvió a la joven maga estelar.

Los magos retrocedieron comprendiendo que se avecinaba lo inminente, Gray anticipándose a la reacción de Natsu le impidió el paso. A pesar que esa situación estaba generando molestias en el gremio no podían perder la cordura por el bienestar de Lucy.

El cabello rubio de la maga bailaba al compás de los destellos pequeños que iban desapareciendo; sus ojos comenzaron a abrirse con lentitud dejando ver unos brillos verdes profundos que analizaban a los presentes rememorando la identidad de ellos.

—Por fin...—levantó sus manos y comenzó a mirarse reconociendo cada parte de su nuevo organismo—al fin un cuerpo que puede resistir mi alma—la felicidad que transmitía su voz dejó pasmados a los magos.

—¡Oye!—gritó Natsu apuntándola disgustado. 

—¡Alejate, animal!—Elsie desanduvo cubriéndose con sus brazos. 

—¿Estás bien?—Mirajane fue quien se atrevió a acercase a la rubia intentando hablar dulcemente a pesar de la confusión que estaba sintiendo.

—Claro, solo alejen a ese pelirrosa de mi—Elsie elevó su mentón y cerró sus ojos con indignación—en sus ojos veo la maldad. 

—¡Intrusa!—bramó el dragon slayer contrayendo sus cejas. Aquel semblante desafiante de Elsie lo sacaba de sus casillas.

—¿De verdad no eres Lucy?—preguntó Gray.

—Pufff—rezongó la rubia—ya dije, no soy Lucy—afirmó pausadamente, Elsie cruzó sus brazos y miró a todos con seriedad—no lo volveré a repetir. 

—Mira, Elsie ¿no?—interceptó Erza, la poderosa voz de la pelirroja llamó la atención de la princesa—no conseguiremos nada con discusiones, así que en este momento nos debes una muy detallada explicación. 

—Solo quiero irme de aquí, no tengo porque darles explicaciones a todos ustedes—Elsie contempló con suficiencia a Erza; sin pretender responder avanzó dispuesta a abandonar la enfermería, no obstante, sus ojos se abrieron desorbitados y el ardor que comenzaba a experimentar su mejilla la llevó a emitir un grito de sorpresa—me pegaste, eres una insolente.

Erza bajó su brazo y continuó observándola duramente.

—No te iras de aquí—sentenció Titania.

—No te metas, no entienden que solo deben dejarme ir—planteó con un atisbo de rectitud—este fue un pacto entre Lucy y yo, ninguno debe meterse en un tema que nos concierne a nosotras. 

—¡Escúchame bien, ya nos tienes artos a todos!—vociferó Lissana—Lucy es nuestra nakama y tenemos absolutamente todo el derecho de saber, porque estas invadiendo el cuerpo de Lucy, no te dejaremos marcharte. No la dejaremos sola con una engreída como tú.

El característico grito de Happy puso punto final a su intento de evitar dar explicaciones, Elsie vislumbró que todos allí compartían la misma idea de Erza y Lisanna, retrocedió asentándose en el borde la camilla y masculló para ella misma. No tenía más opción que hablar.

—Está bien—accedió a regañadientes—diré todo, con la condición de que ese pelirrosa no se acerqué a mí.

—No te preocupes por eso—respondió Mirajane algo agotada.

—Como saben que soy la princesa Elsie, princesa de Verot...

—Conocemos la historia, ve al grano—la apresuró Erza, la princesa le lanzó una mirada reprobatoria, para ella aquellos magos eran unos maleducados, nunca en su vida tuvo que enfrentar a semejantes sujetos sin respeto. Estaba dispuesta a negarse a continuar con su relato de no ser por la sonrisa inquietante que Mirajane en ese instante le regaló. 

La Luz de tu AlmaWhere stories live. Discover now