ꜱᴀɴɢʀᴇ ᴅᴇʟ ʜᴇʀᴇᴅᴇʀᴏ ʟᴇɢɪᴛɪᴍᴏ

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Levy se reincorporó con la ayuda de Gajeel, pasada la conmoción la pequeña maga miró detenidamente a sus nakamas, distinguió el cielo oscuro y supo que debía apresurarse para conseguir salvar a sus compañeros.

Narró lo que encontró sobre Verot, en el pasado hubo un conflicto entre Leetrox y Verot, lo cual llevó al rey de Leetrox a buscar conquistar el reino de Verot, por ese momento era casi imposible ingresar al prospero reino si no se era un mago estelar, no obstante, Atro lo consiguió.

—¿Cuál era su verdadero objetivo? —cuestionó Erza seriamente.

Los labios de Levy se apretaron para evitar el temblor que le estaba provocando el frio que atravesaba su cuerpo.

—Verot resguardaba un templo, solo los que pertenecían a la familia real portaban las llaves zodiacales y protegían ese templo —aludió intentando recordar la información que había recabado—. El templo es una puerta estelar que lleva hasta quien les otorgo la magia estelar.

Los magos de Fairy tail se miraron entre si captando lo que estaban escuchando, por fin sabían el porque era tanta la insistencia para ingresar a Verot, Natsu frunció el ceño a la par de sus puños apretados. La idea de haber sido involucrados por la pelea de personas ajenas le era irritante, giró levemente su cabeza percatándose de Gray apretando su mandíbula con tal fuerza que sus facciones se endurecieron.

—¿Por qué se los llevaron? ¿es porque Lucy es una maga estelar? —preguntó el mago de hielo, Juvia posó su mano sobre el hombro de Gray.

En respuesta Levy negó con su cabeza, miró el suelo oprimiendo el agarre de Gajeel, inhaló el aire fresco de la noche y alzó su cabeza mirando a cada uno de ellos.

—No podrán abrir las puertas del templo sin un heredero legitimo —la mayoría sonrió gradualmente, aliviados. Pero esa felicidad duro segundos—, lo que descubrí...

—¿Qué descubriste, Levy? —apremió Titania de brazos cruzados.

—La princesa Elsie, era la segunda hija de los reyes de Verot, su hermano mayor Alec sobrevivió, fue él quien lanzó el hechizo Eternidad.

Eternidad... —susurró el maestro Makarov. Levy escogió cautelosamente sus palabras antes de proseguir.

—El hechizo es capaz de salvar el alma de cuerpos sin vida, fue lo ultimo que hizo luego de la caída de Verot —explicó—, lamentablemente Atro y algunos de sus secuaces entraron accidentalmente en la zona de su hechizo, con esa batalla finalizada Alec pudo huir de Verot.

—Tratas de decir que... —irrumpió Sting presintiendo a lo que quería llegar Levy.

La maga articulo una palabra afirmativa sin voz, ante ello los magos callaron, sus labios tiritaban por la aprensión de anunciar en voz alta lo que era ya una verdad anunciada.

—Lucy es descendiente de Alec —sollozo Happy, quiso limpiar sus lagrimas en vano, puesto que unas nuevas surgieron reflejando su agudo sufrimiento.

Natsu oprimió sus labios conteniendo un grito de rabia, no había logrado impedir que se llevaran a Lucy; Levy, inhalo el aire antes de separar sus labios, sus ojos se cristalizaron, sin embargo, la fuerte mano de Gajeel manteniendo la suya le dio la fuerza necesaria para levantar su mirada.

—La manera en que abrirán las puertas de Verot es con la ayuda de Lucy.

Se mantuvo unos segundos callada, contrajo su nariz y prosiguió a recitar:

Cuando las puertas selladas por el poder del tiempo sean

Nunca nadie abrirlas podrá.

Verot alma de los Dioses protegida con afán por siempre será.

Pues las puertas selladas para repeler la maldad cerradas están.

Pero hay un secreto y tú lo sabrás.

Que para que las puertas de Verot sean abiertas sangre

de los protectores y heredero tendrás que derramar

—¡Imposible! —bramó, Natsu impresionado.

—Logre conseguirlo en la biblioteca de una ciudad cercana a Crocus, quien escribió esto fue el mismo Alec.

—¡Debemos ya hacer algo! —exclamó Mirajane, aterrada. Miró pausadamente a sus nakamas, quienes inspiraban para controlar sus pesadas emociones. En medio del silencio, Erza asintió.

—Entiendo —afirmó Erza cruzando su mirada con la del maestro Makarov.

El maestro acarició su barba blanca, todos a su alrededor aún sacudían el polvo de su ropa preparándose para partir, era evidente que conocían la inquebrantable voluntad de los gremios unidos.

—Un integrante de cada gremio pida ayuda a los maestros —dispuso, Rogue dirigió su mirada a Sting haciéndole entender que él se encargaría de esa tarea. Los demás integrantes se pusieron de acuerdo de la misma manera─, los demás iremos a Verot, Levy solo nos guiaras.

─¡Quiero ayudar a salvar a Lu-chan! ─exclamó la maga, sus ojos llorosos se estrecharon de impotencia. Lily sujetó el brazo intentando convencerla de lo contrario.

─Enana... ─pidió Gajeel, ella negó con su cabeza, su esfuerzo por ignorar las sugerencias─, por favor, tienes que descansar. Te quedaras con Jet, Droy y la vieja.

─Pero...

El dragón Slayer sostuvo sus manos, ninguno pudo verlo, pero Levy distinguió en su semblante una inusual aprensión. Debía confiar en todos, ella había cumplido con su parte, y era consciente que no conseguiría ser de mucha ayuda en batalla, cerró vigorosamente sus ojos y los abrió, soltó una mano de Gajeel y limpió con el dorso las lágrimas que empañaban sus mejillas.

─Esta bien, pero por favor, regresen todos.

Levy le explicó detalladamente a Freed como llegar a Verot, le entregó el libro que había conseguido de Alec mientras los demás se preparaban para iniciar el viaje a Verot, era de madrugada y debían salir lo antes posible para llegar al siguiente anochecer, con todo listo, comenzaron el camino directo a salvar a sus nakamas y a evitar los planes que Atro.

Natsu se mantuvo sumido en sus pensamientos. Visualizo frente a él a Erza, Gray, Juvia, Sting en la misma situación, Happy volaba a su lado extrañamente callado. Respiró el aire helado de la noche, aquella frialdad tranquilizó temporalmente la ira que estaba experimentando.

─No me importa morir en el intento ─susurró como una promesa grabada.

«Lucy murió para salvarme, desde ese momento comenzó todo. Solo espérame Lucy, se que eres fuerte y podrás sola hasta que lleguemos todos y cuando todo termine, al fin...»

Intentó sonreírle a Happy, quien asintió limpiando sus lágrimas al sentir valentía, debían ser fuertes para afrontar aquella desagradable amenaza que los separo de Lucy.

Al frente del grupo, Fred leía atentamente el libro que le había proporcionado Levy, una y otra vez las letras que conjugaban la advertencia para ingresar a Verot, en su mente permaneció como una incógnita las últimas palabras:

Cuando los Dioses despierten, pedirán un sacrificio desinteresado

El heredero posee el destino en sus manos. 




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