-Ni un maldito día duramos en ese hotel-dice Bill sentado en uno de los muebles.
-¿Qué, te pareció cómodo?-preguntó Max burlonamente.
-Sabes a qué me refiere-bufa Denbrough.
-Oye y ¿de quién es esta cabaña?-cuestiona Hanlon observando todo con atención.
-De Hopper-responde Wheeler.
-Mierda ¿cuántas cabañas tiene ese hombre?-pregunta Eddie confundido.
-En la que ustedes se quedaron el año pasado es una vieja, en esta vivió con Eleven por unos meses cuando la rescató de el bosque, luego se mudó a mi calle-explica Mike alzando sus cejas.
-Vaya-susurra Stanley pensativo.
-Iré a buscarla-dijo Pennywise parándose de un sillón.
-¿Qu- No puedes irte-niega Jonathan siguiéndolo.
-¿Y por qué es eso?-preguntó con burla.
-Eleven sigue desmayada, si vienen...nos matarán a todos-dice Lucas preocupado.
-¿No se saben defender solos?-espeta el payaso.
-¡Si! Pero no de cien personas que tienen diez mil veces más fuerza que nos nosotros, ¡y que si lo tocán a él!-Nancy señala a Jacob-. Está jodido. Así que, escucha, por favor piensa en que Camila nos quiere a salvo, porque así es, espera a que Eleven despierte, que ella busque a Camila y a Richie, y que después salgas a buscarla cuando El ya esté despierta-habló con rapidez.
Se quedaron en silencio viendo a Nancy con algo de sorpresa, para después voltear a mirar a Pennywise, quien veía con fijez a la hermana mayor de los Wheeler.
-...Por favor-agrega Will con una nerviosa sonrisa.
Pennywise suspiró fuertemente, alejándose de la puerta y volviendo al sillón donde estaba, sentándose de mala gana.
-Mortales odiosos-murmura molesto.
Nancy lo mira comprimiendo una sonrisa, para después darse la vuelta y volver a la cocina junto a Jonathan.
•••
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Richie y Camila ingresaron a la feria de el pueblo la cual celebrara el día de independencia.
Tomados de las manos, y sucios de tierra por haberse tropezado varias veces, camibaban viendo a todas partes, todavía algo nerviosos por lo que había pasado hace unos minutos.
-Y ¿qué hacemos exactamente?-preguntó Richie.
-No nos atacará entre todas estas personas, aquí estamos a salvo-responde.
-Bien-asiente-. Hey nena, aún tengo el dinero de la comida china ¿quieres comprar algo?-la mira.
-Oh, moriría por un algodón de azúcar-dice abriendo sus ojos en grande.
