mistery of love / where is my love? (cashton)

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Mistery of love 

Te contaré una leyenda, una historia que probablemente la relaciones a otras muchas. Aunque eso no importe, tan solo quisiera contarte cómo es que esta leyenda ha sido la culpable de mi sufrimiento por un largo tiempo o al menos desde que tengo memoria.

Mi abuelo solía decírmela todas las tardes, era un viejo gruñón, pero no conmigo, su sonrisa era radiante cuando me veía llegar. Yo le quería demasiado. Le sigo queriendo a pesar de que los años hayan pasado y él ya no esté aquí. Él decía: "Ashton, el amor no se encuentra, no se busca y mucho menos se obtiene... El amor se siente". A mis escasos seis años, yo no comprendía del todo esto.

Lo tomé como una simple metáfora, si el amor se siente, entonces los golpes que me daba (porque solía caerme demasiado), son porque me amo. Lo sé, una teoría realmente tonta.

No fue hasta que cumplí ocho, me encontraba en el pórtico de la casa, con mi balón en las manos y viendo a los demás niños en sus bicicletas, estaba aterrado, muerto de miedo por querer ir y decirles que si podíamos jugar. Cabe mencionar que era nuevo en el vecindario. Sentía mis flacuchas piernas temblar al acercarme y cuando logré finalmente pronunciar la pregunta, ellos me miraron extrañados... Pero pronto, sus sonrisas se hicieron grandes. Unos minutos después, todos nos encontramos corriendo de un lado a otro, cuando de un momento a otro, en mi mente, vi claramente la sonrisa de una persona que yo no conocía en lo absoluto, y las emociones me embriagaron de forma repentina... Yo no sabía lo que me sucedía, era quizás una mezcla de felicidad con incertidumbre. Y después vi todo borroso y caí al suelo.

Al despertar ese mismo día horas más tarde, tenía un pañuelo húmedo sobre mi frente y mi madre estaba a mi lado sosteniendo mi mano.

-¿Qué es lo que sucedió?- fue mi pregunta, traté de incorporarme, pero las manos de ella lo impidieron.

-Te desmayaste a mitad de la calle, llamé al doctor y ha dicho que debes quedarte en reposo un par de días- explicó con una sonrisa maternal. Para mí no era ningún problema mantenerme en cama, mi preocupación en ese momento fue más porque mis nuevos amigos creerían que yo estaba loco quizás-. Mañana vendrá de nuevo a verte el médico.

-Está bien- asentí.

Pero no me sentía mejor, era esa misma sensación que no me pertenecía, yo lo sabía, sabía que eso que se acumulaba en mi pecho no era mío, que probablemente alguien vino durante la noche y colocó un objeto extraño que se expandía dentro de mí. Media hora después, mi abuelo llegó a mi habitación, en su mano, llevaba un álbum de fotografías.

-¿Cómo te sientes, abenteuerlich?- preguntó mi abuelo, tomando una silla para estar más cerca. Él me decía de esa forma, pues su idioma natal es el alemán, algunas veces maldecía demasiado, resultaba, en la mayoría de los casos, muy gracioso.

-Mejor... Creo. - Esperé un momento, no sabía si debía contarle a él lo que me afligía, sin embargo, respiré profundamente y tomé el valor suficiente -. ¿Puedo contarte un secreto?

Sus cejas, que ya tenían ciertas canas, se fruncieron, asintió permitiendo que continuara.

-Creo que tengo algo dentro de mí... Aquí- señalé mi pecho, unos centímetros más arriba de la boca del estómago-, siento como crece... ¿será que...?

-Nein- negó-. Te contaré de nuevo la historia, pero esta vez, con esto.

Elevó ligeramente el álbum y lo abrió en la primer página, ahí estaba un niño, sus pantaloncillos cortos llegaban hasta las rodillas, con una camisa perfectamente fajada y llevaba un moño en el cuello. El niño sonreía feliz.

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⏰ Última actualización: Sep 03, 2019 ⏰

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O. S CASHTON Y MUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora