Recuerda a quien amar | Cashton [Disponible en mi perfil]

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N/a: Historia Omagaverse.

Calum caminaba por las calles oscuras de San Francisco, no podía creer que por fin estaba ahí. Era magnífico.

Aunque analizando su situación, no lo era tanto, pues estaba expuesto a los ataques de los alfa.

Siendo un omega vulnerable, podría encontrarse con cualquiera ahí, en las calles.

Respira, todo estará bien, todo estará bien, era lo que se repetía cada cinco minutos.

Los callejones no eran tan oscuros después de que se adentró más a la ciudad, esperaba ver o encontrarse con algún lugar abierto, probablemente una cantina o alguna posada para que pudiera pasar la noche, pero nada.

Caminó por veinte minutos más y por fin un lugar decente se alzó frente a sus ojos, sonrió aliviado.

El inicio de una nueva vida, suspiró.

Entró al lugar donde había un cartel con letras neón en la parte superior que decía "Open 24 hrs". El lugar por dentro era cálido, a sus fosas nasales llegó el olor a tabaco combinado con un poco de desinfectante, al principio imaginó que era porque así olían los lugares de ahí, sin embargo, se llevó una gran sorpresa al identificar que pertenecía a una beta que lo miraba de pies a cabeza.

Ella era bonita, sus ojos grises y su cabello rubio casi blanco eran su mejor característica.

-Hola- murmuró Calum tímido.

-¿Traes el dinero suficiente para pagar una habitación?- cuestionó ella de inmediato. El omega frunció el ceño y asintió, sacando los billetes, dinero que tuvo que haber robado para escaparse del infierno donde estaba-. Bien, toma.

Ella le tendió una llave con un número y recibió el dinero. Calum trató de sonreír, pero algo en su interior le indico que era inadecuado, así que solamente subió las escaleras y buscó la habitación.

Una vez dentro, pudo respirar con tranquilidad, llevaba el dinero suficiente para pasarla tranquilo dos días ahí, pero sabía que debía buscar un empleo. Y soltó una risa ahogada al pensar eso, "un empleo" o sea, buscar un jodido prostíbulo y pedir, casi rogar, que lo aceptaran.

Porque sólo así se ganaría un poco de dinero, bailar para los alfas o betas de San Francisco, hambrientos por pasar un rato con algún omega.

No quiso pensar en ello, se preocuparía de eso al día siguiente, entonces se dispuso a cerrar sus ojos y dormir.

⚜⚜⚜

-No, eso pasó hace unos años- el alfa soltó una risa falsa.

-Pero yo jamás perdono-el castaño sonrió con malicia-. Aquella deuda aún es recordada... Espero mi dinero en dos días o serás carne para los buitres.

El Alfa más poderoso no dejó que el otro hombre hablara y con una mano hizo una seña de que debía retirarse, aquel obedeció sin más.

Entonces el sonido del teléfono llamó su atención, contestó.

-Creo que ya sé cómo pagarle, señor- escuchó al otro lado de la línea, el Alfa sonrió al reconocer la voz de aquella beta.

-Te escucho.

-Llegó un omega solo, aquí... Ese es mi pago- dijo segura, él rió ante tal atrevimiento.

O. S CASHTON Y MUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora