Fairy Tail || Vkook

Capítulo Tres

¿Qué fue eso? Sé sintió algo raro, aunque sería incorrecto que yo lo dijera. Literalmente, fue como en un drama, nos tomamos de la mano y de la nada llega una brisa aromática y refrescante '' ¿es este el primer amor? '' sería susurrado a la distancia mientras pasaban los creditos; y es que era muy extraño todo esto, es como si tuviera su presencia en todo mi cuerpo, me era abrumador incluso percibir su esencia en mí, como una niebla que me envolvía y me dopaba.

—Escuchamos tu... llamado— me dijo TaeHyung que apenas apartaba sus ojos de mí —no estábamos muy lejos, fue una suerte que te pudiéramos encontrar a tiempo — bueno, yo no diría que llegaron justo a tiempo, no es como si pudiera ignorar el gran rasguño que tenía en mis brazos y pecho, pero igual se agradecía.

Me pregunté a que se refería —¿Llamado?— lo miré confundido — no recuerdo haber gritado por ayuda y, bueno, ahora que lo pienso no fue mi reacción más inteligente — me rasqué la nuca avergonzado.

Los otros detrás de TaeHyung me miraron también poniéndome incómodo —¿Qué? ¿No eres Omega? imposible...— escuché a TaeHyung murmurar y se acercó de nuevo a mí y pegó su nariz a mi cuello.

Me quedé quieto sin saber que hacer —¿Qué ... qué haces?— lo aparté un poco y él me miró con un profundo ceño fruncido.

—Definitivamente tienes que ser Omega porque de otra manera no ...— calló un segundo —incluso tu aroma... siento ser grosero pero no hueles como a un Alfa— genial, un loco...

Lo empuje de los hombros sin ser brusco y retrocedí unos pasos —no soy Omega ni Alfa... — respondí sin saber, pero ya que estábamos —perdona mi falta de conocimiento pero, ¿qué es eso de Alfa y Omega?— le pregunté tratando de ser cauteloso con su cercanía, no es que fuera incómodo, lo cual me era un poco extraño, era, más bien, que no estaba acostumbrado.

Miré a TaeHyung esperando su respuesta —¿Qué?— me preguntó confundido —entiendo que algunos de los pueblerinos no tengan ningún estudio pero... Esto es demasiado ¿No? Hasta el más tonto lo sabe— auch. ¿Sería grosero ofenderme porque me dijera pueblerino?.

No sabía bien que responder —sí tengo estudios, que maleducado...— murmuré. No quería estar enojado o al menos no mostrarme enojado, después de todo no olvidaba que ellos me salvaron de ser comido, pero... —yo... No sé si me vayas a creer pero deja te informo que no soy de por aquí, caí... Más bien, aparecí en medio del bosque, de la nada, yo iba a ser atropellado por un tren y después ¡Puff! Aparecí tirado entre los árboles de este bosque. Vengo caminando al menos unas 3 horas sin saber cómo, porqué o qué hago aquí y sólo quería que respondieran mis dudas y me ayudaran a regresar a casa ¡O no!— rechiné mis dientes y me crucé de brazos siendo antipático —¡Y gracias por salvarme pero buscaré a alguien más!— chisté y me dí media vuelta, sin decir más inicié mi marcha por el mismo camino por el que iba. Ya estaba cansado de esta situación, y aunque no quería ser grosero con quiénes me salvaron me sentía frustrado y agotado. Sí ellos no estaban dispuestos a ayudarme más entonces seguiría mi camino y encontraría a alguien que sí esté dispuesto.

Cuando pensé que nuestro encuentro terminaría ahí una mano tomó mi brazo y me jaló de vuelta... ¿Qué era esto, una novela? Me sentí tonto por estar decepcionado por un segundo al pensar que en verdad todo acabaría.

—¡Espera! yo... Lo siento— TaeHyung se disculpó conmigo y por primera vez me sentí satisfecho con que me mirara a los ojos —no era mi intención ofenderte, JungKook. Sólo... Es muy raro que alguien no sepa que generó es... — ¿Género?.

Pareció dudar antes de seguir diciendo —sí confío en lo que me has dicho entonces tú... Has viajado a través de dimensiones —cuando notó mi expresión de estupor se apresuró a decir— esto es algo que ya ha pasado antes, creeme, aunque debo decir que es extremadamente raro encontrarse con una situación como esta — ¿Qué? ¿Yo, viajero de dimensiones? Y no sólo eso sí no que ¿No era el único? Ojalá esto no tuviera sentido...

Pero... Tenía sentido, digo, el extraño bosque, los animales que nunca había visto, aquel zorro gigante, Alfas, Omegas... Mi misteriosa aparición... ¿Era cierto todo esto? ¿Entonces dejé mi dimensión y viajé a esta? ¿Por qué? ¡¿Cómo!?

—No, yo...— balbuceé estupefacto — ¿Enserio? No estás bromeando, ¿verdad? Si estás bromeando juro que te golpearé— aunque no sé si podría dolerle alguno de mis golpes —no es gracioso, yo no estoy mintiendo con que caí de la nada ¿Um?— lo señalé, serio— no me importará que me hayas salvado, juro que te voy a golpear —no sería gracioso que al último se rían de mí y me tachen de loco.

Me sentí extraño cuando noté a TaeHyung dirigirme una pequeña sonrisa, como si algo en mi cuerpo me hiciera sentir eufórico —no bromeo contigo, JungKook... Me parece que tú situación es real, se supone que yo como rey tengo que informar si alguien como tú aparece en mi territorio, de inmediato, pero estás herido y necesitamos tratarte lo más rápido posible, también creo que quisieras hablar conmigo antes de todo eso— no, espera, ¿creo haber escuchado rey entre sus palabras? Él, a quien había amenazado con golpear... ¿Era un rey? No era alguien que creyera cosas como esas fácilmente pero no parecía chiste, lamentablemente.

—¡¿Eres un rey?!— mi voz salió más aguda de lo que habría deseado pero lo ignore y lo miré sorprendido, casi asustado — eso si tiene que ser broma— quité su mano de mi brazo y me puse a una distancia decente.

Y yo pensé que había salido de una obra de teatro, al parecer sus vestimentas no eran un chiste... ¿Cómo es que no me lo pregunté antes? Definitivamente ver a personas vestidas con trajes elegantes que prácticamente brillaban cual oro era sinónimo de anormal y razón de duda, por no hablar de los tipos de atrás que si no veía mal llevaban puestas armaduras de hierro como caballeros de cuentos de hadas.

TaeHyung boqueó, suspiró y negó —no era mi plan contártelo... Aunque era obvio que después lo sabrías, sólo no quería que te sintieras incómodo al hablar conmigo. — aww, que buen tipo.

Y yo pensé que todos los ricos eran tiranos, en fin. —está bien, haré como que no escuché nada ¿Bien? — le di mi mejor sonrisa y le dí una palmadita en el hombro a la cual el no supo reaccionar, reí — si no es mucho pedir... ¿Podríamos ir a un lugar más... Privado para hablar? ¡Tengo muchas preguntas! — ensanche más mi sonrisa cuando él me sonrió amable y asintió.

Era extraño, algo me hacía querer estar más cerca de él, casi como si fuéramos dos voluntades en un mismo cuerpo. Me hacía preguntarme ¿Algo cambió en mí al venir? Y si lo hizo ¿Por qué ahora?