Cap. 22

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En Abril, nos dieron tres semanas libres, yo volví a Londres para ver a Savannah y Felicity y contarles la noticia del pequeño conejo.

Nora estaba ya de siete meses, así que, preferí no decirles nada.

Estuve dos días en casa de mi padre quien se alegro mucho de verme de nuevo, y lloró los siete mares cuando le conté que iba a ser abuelo. No pude conocer a su nueva pareja porque se había ido fuera del pueblo esos días.

Visité a mi madre y a Faith otros dos días, y por supuesto, al bebé, Khloé.

-Oh vamos, no te pongas nerviosa. Tanya Beech, nerviosa, sino lo veo no lo creo- apretó mi mano en la palanca de cambios del Mercedes.

-Niall, voy a conocer a tu madre, y sino le gusto, y sino me acepta. 

-¿Y si lo hace?-contradijo Niall.

Hacía media hora que habíamos llegado al aeropuerto de Dublin, un Mercedes nos esperaba en la puerta, y tras guardar las maletas en el maletero, nos dirigimos a Mullingar.

Niall tocó un par de veces en la puerta, y una mujer más bajita que él, abrió la puerta.

-Mi bebe- lloró.

Niall se abrazó a ella, y me pregunté cuanto tiempo llevaría sin verla.

-Oh perdón, tu debes de ser Tanya- suspiró abrazandome también.

La abracé de vuelta, mostrándole que no tenía que estar preocupada.

-Pasad, ¿que os trae por aquí? 

-¿No puedo pasar un tiempo con mi madre?-preguntó Niall.

-Claro que puedes, Niall, pero se que tienes algo que contarme.

-¿Por qué?

-Has traído esta jovencita, nunca me habías traído a ninguna de tus novias.

-No es mi novia, es la fisioterapeuta de One Direction y tiene que venir conmigo a todos los sitios- Niall me guiñó un ojo.

-Niall, cielo, hace veintidós años que te tuve en mi estómago, se que no es así.

-Vale, sí, es mi novia- rió Niall abrazandola de nuevo.

-No sabes mentirme, Niall.

-No sabe mentir, directamente- ayudé riéndome.

-Iré a ver a Bobby, ¿Esta Greg allí?

-No, están en su casa, pásate por allí.

-¿Quieres venir Tanya?

-No, me quedaré con tu madre, estoy un poco cansada.

Niall me dió un beso y se fue a casa de su padre.

Mi tripa había aumentado un poco, ya estaba de tres meses, cuando volvimos a Londres, Niall me acompañó a la consulta y después me puse los brackets de nuevo, para quedarme ya con ellos todo mi embarazo. Al no haberlos puesto los tres meses que correspondían, ahora tenía que tenerlos seis, los tres de ahora y los tres de antes. La gira había ocupado parte de mi vida, haciendo que me olvidase de mis cosas.

-¿Puedo ayudarte en algo?

-La comida ya estaba hecha, así que, podemos hacer un postre.

-Que no lleve mucha azúcar, por favor.

El teléfono de casa sonó mientras yo amasaba la masa.

-Claro que pueden venir, Niall, sabes de sobra que tu padre y yo nos llevamos muy bien.

Fisioterapeuta» N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora