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Me quedé boquiabierto cuando las grandes rejas se abrieron por sí solas dejándonos entrar con suma libertad al gran jardín que daba frente a la gigantesca casa de color crema.

La fachada era hermosa y la arquitectura muy antigua. Papá aparco enfrente de las escaleras que daban hacia una gran puerta principal. Realmente estaba alucinando.

¿Esta era la casa o pasamos a otro lugar antes de llegar?

Bajamos del auto y yo me quedé observando con asombro las hermosas flores y árboles del lugar. Estaban muy bien cuidadas.

—veo que te gustan las flores al igual que tú madre— el comentario no me sentó bien y solo musite un pequeño ruido de afirmación, sin interés.

—que alegría que ya hayan llegado— gire mi cabeza y observé a una mujer mayor a papá salir por la puerta principal

Me quedé quieto, sin ni siquiera sonreír. Ella bajó rápidamente los escalones con un poco de dificultad hasta llegar a mi.

—¿Hola?— ella ya me había apretado con un abrazo

—mamá, asustas al chico— papá estaba bajando las maletas mientras reía

¿Era mi abuela? Cielos.

—bienvenido hoseokie— una sonrisa instantánea apareció en mi rostro

—gracias...

Ella después de unos segundos me soltó, permitiendome respirar.

—vamos hoseok, entremos.

Sí el exterior era maravilloso el interior era extraordinario, muy lujoso y de buen gusto.

No sabía nada sobre ellos, quienes eran para tener tanto dinero o qué sé yo. Pero me gustaba.

—¿Donde estan las chicas?— ¿Chicas? 

—en la piscina, creímos que tardarían más— la mujer tomó mi mano y me espante un poco —vamos hoseok, yo te llevo con ellas

Asentí, me sentía muy tímido e ínfimo en ese momento. La seguí hasta que llegamos a la parte trasera de la casa, ahí se encontraban dos mujeres, seguramente mi hermana y madrastra.

Al atravesar el gran ventanal de cristal ellas voltearon automáticamente. Sonreí por los nervios.

La chica que sin dudar debía de ser mi hermana, por lo joven que lucía, se quitó los anteojos de sol y sorprendida corrió hacia mí, parecía no creerlo, como si estuviera frente a un ser mitológico o algo por el estilo.

Moví mi mano en forma de saludo.

—hola hoseok, un placer conocerte— hizo una reverencia, era muy educada —mi nombre es jiwoo

No sabía qué decir, así que solo hice una reverencia.

—tenemos tanto de que hablar— dijo la mujer —yo soy la esposa de tu padre, espero que te sientas cómodo aquí 

—ya lo hago, muchas gracias— sonreí avergonzado

—vamos, entremos para compartir— dijo papá con una sonrisa de oreja a oreja 

Los primeros días me sentía muy ajeno en esa grande casa, también me moría de miedo por las noches, todo era tan silencio. Pero de igual forma lo disfrutaba. 

Mi madrastra era una mujer muy admirable, era profesora de literatura al igual que mi padre. Cuando era la hora de cenar siempre terminaban hablando de cosas muy interesantes, cosas que yo no entendía desafortunadamente pero me gustaba estar ahí escuchando. Jiwoo también era muy agradable, ella tenía un pequeño emprendimiento de ropa en Seúl y le iba bastante bien. Y la abuela era muy similar a mi, era distraída e inquieta, también le gustaban mucho las flores y más de una vez me mostró su libro favorito de botánica.

My Hope ~•SOPE•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora