Beautiful World [ Drarry ]

V (Parte 2)

Harry sonreía con orgullo mientras bajaba las escaleras para ducharse al día siguiente. Tarareando para sí mismo mientras se quitaba la baba del lago de su pelo y de su cuerpo, decidió alegremente que era hora de afeitarse y lo hizo rápidamente antes de pasar una mano por su pelo mojado y estudiar su cara.

No parecía mayor. Aún era un niño pequeño. De hecho, parecía extrañamente más joven. Eran sus ojos, decidió. Estaban brillando de una manera que disfrazaba el hecho de que debajo de todo eso, eran más viejos de lo que deberían haber sido.

Haciendo sus deberes en la sala común, Hermione le echó un vistazo unos momentos después. Se le cayó la pluma y le miró fijamente.

— ¿Harry? —preguntó ella vacilante— ¿Estás bien?

Él dudó un poco.

— ¿Por qué? ¿Parezco enfermo o algo así?

—No, es sólo... tú te ves... diferente —frunció el ceño pensativamente, inclinando la cabeza y estudiándolo críticamente. Luego sonrió un poco— Oh. Estás sonriendo. No te he visto sonreír así en días. ¿Fue tan bueno el castigo?

—Umm... —su sonrisa se volvió tímida— Bueno. Supongo que sí. Casi mato a Malfoy.

Ella se rio.

— ¿En serio? ¡Me hubiera gustado ver eso! —estudiando su cara de nuevo, ella sonrió— Es tan bueno verte sonreír de nuevo, Harry. Empezaba a pensar que no volverías a sonreír. Ya no te ríes, estaba preocupada.

—Me río. —dijo defensivamente, una imagen de pasar su último mes y medio en una depresión enojada lo golpeó tan repentinamente que casi se enfermó. Por supuesto que se reía. Después de todo, ¿qué sentido tenía estar vivo si nunca se reía?

— ¿Cuándo? —preguntó ella, con las cejas en alto.

Cuando estoy con Malfoy. Oh.

—Umm.

— ¿Ves? Pero aun así, es un comienzo, esta sonrisa tuya. —se rio cuando sus palabras le volvieron a poner esa sonrisa tonta en la cara.

El retrato se abrió repentinamente y Heather, la prefecta, se quedó allí de pie, con un aspecto sombrío.

—Harry —le regañó—. Dumbledore quiere verte.

— ¿Otra vez? —preguntó Hermione, frunciendo el ceño.

Harry puso los ojos en blanco.

—No te preocupes por eso. Sé de qué se trata. —él se dirigió hacia la puerta y ella le sujetó el brazo.

— ¿Qué? ¿Es lo mismo que la última vez? Nunca nos dijiste de qué se trataba, Harry.

—No, algo diferente. Sospecho que está un poco molesto porque Malfoy y yo nos saltamos la detención la noche pasada, vamos a estar en detención por el resto de nuestras vidas. —sonaba bastante contento, negándose a recordar que no sería tan largo, en realidad, para él.

— ¡Harry! —gritó— ¿Te saltaste la detención?

Él le sonrió y siguió a Heather fuera de la sala común.

Draco ya estaba allí, esperándolos fuera de la oficina de Dumbledore. Sonrió cuando vio a Harry, agachando la cabeza en un intento de esconderla de Heather. Ella, cada vez más sospechosa, frunció el ceño antes de susurrar la contraseña a la oficina del director.

—Está esperando. —dijo bruscamente, antes de irse.

Dumbledore parecía muy sombrío, y Harry luchó contra el impulso de reír. No sabía lo que le había pasado, en realidad, pero le gustaba. Era mejor que intentar atravesar paredes de piedra y odiar todo lo que iba a durar más que él.