Beautiful World [ Drarry ]

II (Parte 3)

Por eso decidió ponerse de pie en la roca a la orilla del lago, donde el agua caía en la oscuridad. Levantó los brazos hasta que estaban en ángulo recto con su cuerpo, como alas, y se quitó las gafas, tirándolas a la hierba. Y luego, con los ojos cerrados y la cara hacia el sol, se dejó caer en el agua, más volcado y caído, que buceando.

Aterrizó sobre su estómago y le picó. A Harry no le importó, y se dejó hundir como una piedra, pensando vagamente, mientras el aire en sus pulmones comenzaba a tirar de él de nuevo hacia arriba, "Espero que el calamar gigante no esté por aquí".

Subiendo a la superficie, miró a su alrededor con esperanza, buscando la figura familiar de Draco. Estaba decepcionado, el Slytherin no estaba allí.

—Mierda. —murmuró Harry. Al menos ahora se sentía bien. El agua, aunque no estaba fría, era ciertamente más fría que el aire, y flotaba perezosamente sobre su espalda. Era relajante y dulce, muy tranquila, Harry recibía cada sonido bajo el agua como una especie de efecto suavizante.

Fue a la deriva durante mucho tiempo, con los ojos aún cerrados. El agua lo había empujado suavemente al banco de hierba un poco lejos de las rocas, y se revolcó, el barro viscoso contra su estómago de alguna manera era calmante. Metió la cara en el agua poco profunda y abrió los ojos, el agua verde que le recordaba su vida; neblinosa y sombreada.

Se dejó llevar así, boca abajo en el agua poco profunda, con el pelo a la deriva alrededor de su cabeza como un halo negro, los brazos extendidos a ambos lados.

Y Harry olvidó subir a tomar aire. No parecía que valiera la pena estropear la serenidad de ser ingrávido de esta manera.

Quedó total y completamente asombrado y sorprendido cuando escuchó a lo lejos una maldición salvaje, gritando con una voz muy familiar. Le agarraron del hombro y lo voltearon sobre su espalda.

—Potter. ¡Potter! Más vale que respires o te juro...

Parpadeó.

—Por supuesto que respiro —dijo en voz baja —. ¿Te has vuelto loco, Malfoy?

Frunciendo el ceño, con sus pantalones empapados de tanta prisa por entrar en el lago por Harry, Draco retrocedió rápidamente.

—No —dijo rápidamente—. No esperaba ver a alguien en el lago y tú parecías... bueno, muerto. Fue...

Harry se preguntó qué iba a decir para terminar esa frase. ¿Asqueroso, maravilloso, desearía que estuvieras muerto, estúpido, estúpido Gryffindor?

—Fue un shock, eso es todo.

Sentado, Harry agitó un poco la cabeza para despejar la niebla en su mente.

—Parecía muerto, ¿verdad? No quise asustarte, Malfoy, sólo estaba...

— ¿Asustarme? ¡Ciertamente no estaba asustado! Sorprendido, eso es todo. Me sorprendió la idea de El Niño Que Vivió Era Tan Inestable Que Se Ahogó, no lo sé.

Harry se había levantado y había salido del agua, consciente de que estaba cubierto de barro y empapado. Sus pantalones se apretaban de la manera más incómoda y no llevaba camisa. Para distraer a Draco de eso, dijo:

—Lo que me sorprende, Malfoy, es que esta vez me salvaste voluntariamente.

La boca de Draco se abrió para dar su rápida réplica, y luego la cerró lentamente, sus ojos reflejando una respuesta ilegible. No dijo nada, y Harry frunció el ceño.

— ¿Qué haces aquí de todos modos? Pensé que estabas puliendo tu escoba.

— ¿Qué te importa dónde voy? —soltó Draco, girándose para continuar su camino.