—Hola— Le digo. Es una linda chica, me gustan las pecas que tiene en las mejillas.

—¿Puedo sentarme un momento?— Estoy a punto de decirle que estoy esperando a alguien, pero ya está sentada.

—Ya te sentaste— Le digo sin afán de ser maleducado. Vuelca los ojos.

—Ok, voy a dejar los preámbulos— Me dice malhumorada, creo no tomó muy bien que le dijera lo anterior, entonces la miro con curiosidad.

—Lo que pasa es lo siguiente, le pareces lindo a mi amiga Paula, es la que está de blusa roja y...— ¿Me está diciendo que le gusto a su amiga? levanto mis cejas para expresar mi sorpresa y por inercia intento voltearme para ver de quien habla —No voltees a verla, vas a avergonzarla— Me regaña ¿Qué? ¿En serio está regañándome?

—¿Quería saber si te gustaría salir con ella?— Me suelta de repente y me toma por sorpresa.

—Pero ni siquiera me dejas verla— Le digo con ironía, no es que me interese su amiga, tengo novia, pero todo esto me está causando gracia. Nunca se me había acercado una chica para conseguirle una cita a su amiga.

—Es linda, inteligente y muy graciosa— ¿Qué? pienso para mis adentros — Además su novio le terminó hace poco, lleva semanas deprimida— Sí, sobre todo lo del novio.

— ¿Vas por la vida consiguiendo citas a tus amigas?— Le pregunto en tono de burla, el cual no nota porque claramente está en el papel de chica seria. Ella me mira con el ceño fruncido.

— ¿Qué? Claro que no, sólo si la ocasión se presenta— Me dice un tanto ofendida.

—¿Qué tal si soy un psicópata?—

—No luces como uno ¿Eres un psicópata?— Me pregunta muy segura de sí misma.

—Claro que no— Me río y ella continua seria.

— ¿Lo ves? No hay ningún problema— Eso me causa gracia.

—Bueno... de hecho si lo hay, no puedo salir con tu amiga—

—¿Por qué no? tú eres lindo y ella es linda ¿Cuál es el problema?—

— ¿Y si no me gustan las chicas?— Pone cara de decepción y se queda callada. No sabe qué responder ante eso. Yo me río.

—Oh, lo siento, no pareces...— Se calla un poco avergonzada.

—¿Homosexual?— Le pregunto directamente. Ella asiente con la cabeza.

—¿Y cómo luciría un chico homosexual?— La increpo, sólo para molestarla. Ella se queda sin habla.

—Mmm, no lo sé...Lo siento— Me dice un poco nerviosa.

—Bueno... en realidad soy heterosexual, pero tengo novia— Cambia su expresión, parece confundida y un poco molesta, todo esto es realmente divertido y sobre todo muy inesperado.

—¿En serio? ¿Eso sí es verdad?— Me dice con un tono más elevado. Yo asiento con la cabeza y ella hace una mueca de decepción —Justo cuando veo que por fin a mi amiga le interesa alguien, después de estar sumida en la depresión, agonizando en la oscuridad de su habitación— Vaya ¡Qué dramática es esta chica!

—Lo siento, eso sí es cierto. Tengo novia— Le digo y me encojo de hombros.

—Escúchame, chico de ojos azules— Me dice de manera muy ruda ¿Chico de ojos azules? ni siquiera se ha molestado en preguntarme cuál es mi nombre —¿Podrías hacerme un favor? por favor, por favor— Me dice suplicante.

—Mmm, apenas nos conocemos ¿Y me estás pidiendo un favor?— Le digo con el mismo tono irónico de antes, pero al parecer eso le molesta aún más. Esta chica se molesta por todo.

El arte de vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora