El arte de vivir

Prólogo

El arte de vivir

"La vida es un arte que no sabemos apreciar"

La vida

No existe una definición de lo que es la vida. Definir la vida es un empeño tan antiguo como el pensamiento humano, muchos filósofos han intentado hacerlo, pero en el camino se dieron cuenta de que no es fácil darle una definición a algo tan grande. Y ¿para qué estamos vivos? ¿No es lo que nos preguntamos cada día?

Estamos vivos para vivir la vida, suena obvio, pero es tan sencillo como eso, y lo logramos cuando tenemos libertad y amor, cuando cumplimos lo que soñamos, cuando nos sentimos plenos. La vida es un arte que no sabemos apreciar, solemos pasarnos la vida desperdiciando momentos, momentos que construyen nuestra vida.

A lo largo de la vida vivimos penurias, tristezas, derrotas y fracasos que nos hacen pensar que la vida ya no tiene sentido. Sin embargo todo eso es parte de la misma. Nadie dijo que el camino de la vida era fácil, si ni siquiera definirla lo es. Todos soñamos con vivir la vida al máximo, pero nos enfocamos en las cosas equivocadas, solemos pensar que mientras no hayamos viajado alrededor del mundo no hemos logrado nada, y estamos tan equivocados.

Si tan solo nos enfocáramos en todo lo maravilloso que nos pasa cada día, concentrándonos en nuestra propia vida y en la de nadie más, podríamos notar las pequeñas cosas. Si dejáramos de lado los prejuicios, si dejáramos de juzgar a los demás, si tan sólo dejáramos de preocuparnos tanto por lo que los demás tienen y lo que nosotros no, sólo así podríamos ver que la vida es un arte, un arte abstracto, en donde cada uno de nosotros construye su propia realidad, la realidad que queremos vivir. Vale la pena preguntarse cada día ¿Realmente estoy viviendo la vida que soñé alguna vez?

La vida a los 18 años recién empieza, la adultez comienza a forjarse y la sociedad te hará pensar que estas en esa etapa de la vida en donde eres demasiado joven para algunas cosas y demasiado viejo para otras, sin embargo eso es algo que sólo puedes descubrir por ti mismo y ¿sabes cuál es el secreto? No hay ninguna prisa.

Esta es una historia llena de casualidades, en donde Santiago y Emilia son los protagonistas. Las casualidades de la vida les llevan a conocerse cada vez más, les enseñan a vivir la vida sin prejuicios, sin ataduras, a enamorarse, y sobre todo a crecer. Se conocen un día por casualidad, entablan una amistad muy fuerte y luego se dan cuenta de que no pueden vivir el uno sin el otro. Viven su juventud al máximo, con momentos felices, tristes, triunfos, derrotas, sin barreras, con pasión, amor y locura.