Amrâlimê

El Rey bajo la Montaña los espera

Friendly Reminder: Todo lo que esté escrito en Italics son pensamientos.

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Faltaba poco para llegar al lugar en el que perdió a Kili. Había pasado tanto tiempo, y aún así la sola idea de estar ahí la ponía ansiosa y triste; después de todo, el recuerdo de Kili estaba presente. ¿Las cosas entre ellos habrían funcionado? No lo sabía. ¿Hubieran sido felices? Bueno, probablemente sí, después de todo ambos habían confesado sus sentimientos por el otro. ¿Su padre lo hubiera aceptado?

Definitivamente no.

A pesar de establecer una alianza con los enanos y mantener firmes las relaciones entre ambos reinos, su padre, el Rey Thranduil, no aceptaría que elfos y enanos convivieran de esa manera, mucho menos tratándose de su hija. Pero eso ya no importaba, Kili ya no estaba en este mundo y ella debía avanzar para centrarse en dos aspectos: Proteger a su pueblo y centrar sus pensamientos en su madre...

En varias oportunidades su padre le recordó a ella y a su hermano que su prioridad es el pueblo. Y de forma implícita, siempre se les mencionó la idea de unir reinos por distintos medios, de preferencia pacíficos, y no necesariamente mediante un acuerdo de paz. Implícitamente se refería a matrimonio. Elladan era un joven encantador sin duda, eran buenos amigos y era obviamente el favorito de su padre. Si llegara el momento... lo cual es bastante probable...  ¿podré querer a sea persona o incluso amarla plenamente?  La simple idea de no corresponder a los sentimientos de la otra persona, le parecía injusto. Pero era mejor ser sincera, a establecer una relación en base de sentimientos falsos. Cuando llegue el momento, sea quien sea, si me quiere de verdad, aceptará darme tiempo, e incluso aceptará que tendré mis sentimientos por Kili presentes.

Y su madre... aquel ser tan bello y amable. ¿Cómo es posible que aún esté viva? No había hablado más del tema ni con su padre, ni con su hermano. Tenía muchas preguntas sin respuesta. ¿Acaso hay forma de traer de la muerte a una persona? Pues, de ser así, se trataba de alguna especia de magia oscura. El peligro destilaba en cada aspecto de ese simple pensamiento. Quería preguntárselo a alguien, quería conversar sobre lo ocurrido con su familia, pero su primer y único intento fue inútil...

Flashback

Faltaba muy poco tiempo para partir, a diferencia de otras veces alistaron lo necesario para una semana. ¿Quién diría que los soberanos de los elfos del bosque se quedarían, como invitados de los descendientes de Durin, siete días en Érebor? Si alguien lo hubiese mencionado antes de establecer la alianza, seguro hubiera sido tachado de loco.

No eran vacaciones, eso era seguro. Se conversarían sobre temas de suma importancia y su padre los presentaría ante el reino de los enanos como sus hijos. Los sobrevivientes de la Compañía lo sabían, pero como parte de las formalidades reales, debían ser presentados propiamente ante sus nuevos aliados. Además, al fin vería a todos sus amigos después de tanto tiempo, y eso alegraba su corazón. La compañía de los enanos era un grupo peculiar, que se había ganado un espacio especial en su corazón.

La princesa pelirroja terminó de arreglarse el cabello, se miró por última vez en el espejo, satisfecha por las simples, pero elegantes trenzas que adornaban su larga cabellera, y sin pensarlo en el reflejo del espejo vio ciertas cartas en su tocador.