Final: ¿Lo prometes?

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-Cambia esa porquería.

Daniel me miró ofendido y frunció el ceño.

-¿Pero que te pasa? ¡es un documental de gatos, lo mejor del mundo!

Rodé los ojos y me senté en el sofá, estiré mi brazo y saqué un puñado de palomitas.

Daniel seguía mirando como una madre orgullosa, como los felinos jugaban con una bola de lana.

Y así fue como poco a poco me comencé a aburrir y terminé cayendo dormido.

~~~~☆~~~~

Pov. Daniel

Hice un puchero cuando el hermoso documental terminó (una hora después). Los gatitos eran lindos.

No, esperen, erAN ¡PRECIOSOS, DIVINOS!

Un tanto emocionado, tomé las películas que teníamos y comencé a buscar.

-¿Qué quieres ve-

Fruncí el ceño al ver a Ong, claramente dormido, pero sonreí y negué.

Se ve demasiado tierno

Con cuidado me acerqué y lo levanté, para luego subir las escaleras con lentitud hasta llegar a su habitación.

Lo dejé con cuidado sobre la cama, pero cuando estaba por ir a buscar nuestros celulares, su mano tomó la mía.

-N-no te vayas...

Sus ojos seguían cerrados y su cabello estaba desordenado, sonriendo me acerqué y acomodé a su lado.

Sus brazos de inmediato rodearon mi cintura y su rostro se posó en mi pecho, así que lo rodee con mis brazos y lo acerqué más a mi.

Su respiración era tranquila y me transmitía calma.

Su presencia lo hacia

Reí cuando lo escuché murmurar en sueño y dejé caricias en su rostro con delicadeza.

El día de ayer, Ong no la había pasado muy bien y su pómulo estaba levemente morado.

-Daniel...- susurró.

Oh, está soñando conmigo

Sonreí emocionado y presté atención.

-Te quiero...

La temperatura en mi rostro me hizo percatarme que me había sonrojado, con nerviosismo me acerqué a su oído y susurré.

-Yo igual, Ong.

Un leve sonrisa se desplegó de sus labios.

-Pero...

Fruncí el ceño.

¿Pero? ¿Pero qué?

-Aún me debes un algodón de azúcar.

Abrió sus ojos y rio.

-¿Soy un excelente actor, no?

Sonreí apenado y reí.

-¿Desde cuándo estás despierto?

-Desde que me dejaste en la cama, estaba fría- se apegó más a mi.

Reí y dejé un beso en sus labios.

-Oye, quiero mi algodón de azúcar- dijo.

-Pero si mis labios son más dulces~

Arrugó su nariz y solté una carcajada.

De repente, un silencio se instaló, nuestros cuerpos seguían, prácticamente, pegados, mientras que Ong juntó y entrelazó nuestros dedos, dejando pequeñas caricias.

-Daniel...

-¿Dime?

-¿C-crees que esto funcione?

Mi respiración cesó por unos segundos pero respondí lo antes posible.

-No lo sé- dije con sinceridad -Pero haré lo posible para que sí, ¿y tú?

-Yo pienso que soy el indicado para ti, porque, tan solo mirame- reímos -Broma broma, siendo sincero, siento que lo nuestro es especial, que eres el indicado para mi.

-Yo siento lo mismo, demos todo para que esto resulte ¿sí? Yo pondré de mi parte.

-Y yo igual...

Sonreí y tomé su rostro.

-¿Lo prometes?

Sus ojos brillaron y desplegó una gran sonrisa.

-Lo prometo.

Lo besé con suavidad y él no tardó en corresponder.

Cuando nos separamos por causa de la falta de aire, sus mejillas estaban sonrojadas y me abrazó con fuerza.

-¿Y mi algodón de azúcar?

Reímos y nos volvimos a besar.

Nuestra tarde de películas fue reemplazada por una tarde de besos, sentimientos, promesas y mimos, muchos mimos.

Ah, y algodón de azúcar, porque terminamos yendo a comprar

Fin


Holaaa, así es ¡EL INDICADO A LLEGADO A SU FIN!

El próximo "capítulo" que suba serán los agradecimientos (porque soy muy sentimental y mamona, así que, eso XD), además dejaré en claro unas cositas, para que lo lean ¿si?

Espero les haya gustado y gracias por leer.

Nos leemos en mis otras historias ♡

Eso, besos ♡

El Indicado || OngNielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora