El Indicado || OngNiel

Capítulo 10: "Lo siento, hyung"

Pov. Jihoon

Lo que había pasado anoche, no estaba bien.

Lo que pasó reiteradas veces hasta dormirnos, no estaba bien.

El dolor en mi espalda baja era lo de menos.

"No fue correcto"

Esa frase se repetía una y otra vez mientras me duchaba, apenas desperté le ví a mi lado durmiendo tranquilamente, me levanté y me fuí al baño.

Bueno, no fue tan fácil levantarse.

Y ahora estoy aquí, dejando que el agua caliente se lleve todo lo que pasó anochece.

"No sabes cuánto me gustas, Jihoon hyung"

Cerré la llave, salí de la ducha y me coloqué una toalla amarrada en mi cadera.

-Oh, no no no...-dije frente al espejo.

Marcas.

Marcas en mi cuello y clavículas.

Algunas serían fáciles de ocultar con maquillaje, pero las de la parte baja del cuello no tanto.

"-Me gustas- besó mi cuello- me gustas, quiero que te quede claro, que mis sentimientos lleguen a ti"

-Tú también me gustas- dije cerrando mis ojos.

Me abracé a mi mismo mientras me dejaba caer al piso.

Mala idea.

-Aaaah!- grité bajito, había olvidado el dolor en la espalda baja.

-¡¿Jihoon hyung?!- escuché tras la puerta- ¿Estás bien?

-E-estoy bien- traté de decirlo sin tartamudear.

No resultó.

Dolía.

-¿Puedes abrir la puerta?- en su tono se percibía la preocupación- Estoy asustado, necesito saber qué te ocurre.

Medio a rastras me acerqué a la puerta y quité el seguro.

Tapé mi rostro con mis manos.

-No puedo levantarme- dije rápidamente.

Sentí unas manos levantarme del frío piso al estilo princesa, estaba siendo cargado hacia la cama, me dejó lentamente de lado sobre esta.

Inconscientemente me hice bolita.

Ví como revisaba mi mochila, sacó un boxer y se acercó nuevamente.

-Hyung, colócate tu ropa interior mientras voy por medicamento para el dolor- dijo mirando hacia otro lado- además te haré unos masajes que ayudarán.

Dicho eso salió de la habitación y procedí a quitarme la toalla y colocarme el boxer, costó pero lo logré. Para cuando entró con una pastilla y un vaso de agua, yo estaba tapado con una manta hasta la cadera y en posición fetal.

Esperando a que volviera.

Dejó el vaso sobre la mesita de noche que estaba al lado de la cama y me ayudó a levantarme un poco para poder tragar la pastilla, además me ayudó sosteniendo el vaso para beber bien.

-Esto ayudará, solo hay que esperar un rato- dijo recostandome nuevamente.

Tomó mi mano y la entrelazó con la de él, se acercó y colocó su frente en mi hombro.

-Lo siento- dijo mientras acariciaba lentamente mi mano- Fuí demasiado brusco y lo malo es que ni siquiera me percaté... Pensé que te estaba haciendo sentir bien, no hiriendote.