Capítulo 17: Miedo

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Pov. Jihoon

En realidad no se me había quedado la ropa, las prendas estaban en mi casillero.

Necesitaba hablar con él.

Lo había evitado todo el santo día en las clases que compartimos, tenía miedo.

Tengo miedo

Tomé una gran bocanada de aire, estaba por entrar a su salón pero una chica venía corriendo.

Así es, me tiró al suelo.

Al menos no cayó sobre mí.

-Lo siento, lo siento, lo siento- decía una y otra vez mientras hacía mini reverencias- Oh por Dios...

-No te preocupes, estoy bien- sonreí.

Me había dolido pero no podía perder mi encanto.

Mi dignidad la perdí al caer.

-No lo estás- su rostro mostraba preocupación- e-estás sangrando.

Por eso me dolía la nariz.

-Ah! No es nada- me levanté colocando mi mano en mi nariz- ¿por casualidad está Bae Jinyoung?

Ella asintió rápidamente y se acercó a la puerta.

-¡Jinyoung Oppa!

¿Oppa?

-Que quieres- le escuché decir antes de salir, la chica me apuntó- Hyung...¿Por qué estás sangrando?

-No es nada- sonreí- Necesito hablar conmigo.

-Oye- se acercó y quitó mi mano, seguía sangrando- ¿Alguien te golpeó?

Negué mientras volvía a colocar mi mano.

-Lo siento, lo siento, lo siento- dijo la chica otra vez- corrí a la puerta y no me percaté de Jihoon hyung, mi hombro golpeó su nariz... ¡Incluso hice que cayera al suelo!- se acercó a mí- Realmente lo siento, me siento muy mal por lo que hice.

Hizo un puchero y miró sus zapatos.

Con mi mano desocupada tomé su mentón e hice que me mirara.

-Eh! Te dije que estoy bien, no te preocupes- le sonreí amablemente.

-B-bueno- sonrió.

De repente siento como mis pies ya no tocan el suelo y mi estómago queda en el hombro de alguien.

-Lo llevaré a enfermería- escuché a Jinyoung- adiós SunHee.

Me despedí de la chica mientras nos alejabamos rápidamente.

-Bájame, no soy un bebé.

-Pero tienes el porte, es lo mismo.

Adiós encanto.

Comencé a moverme sobre su hombro.

-Cálmate, ya llegamos- entramos en la enfermería, me sentó en una camilla y se fué.

-¿Qué?- estaba por bajarme cuando volvió con un botiquín, cerró la cortina y acercó una silla, quedando frente a mí.

-Eres todo un caso- comenzó a limpiar mi mentón- incluso tu polera se manchó.

-No es la gran cosa- subió a mis labios y luego a mi nariz- necesito hablar contigo.

-Me ignoraste durante todo el día.

-Lo siento- miré mis zapatillas.

-Levanta la cabeza, aún te estoy limpiando- dijo seriamente.

El Indicado || OngNielWhere stories live. Discover now