El Indicado || OngNiel

Capítulo 30: Desayuno

Sentí unos murmullos y unas risitas, abrí lentamente mis ojos.

-¿Qué hacen?- dije aún sin lograr enfocar totalmente, coloqué mi cabeza en el pecho de Daniel

-MI OTP ES CANON- dijo Jihoon emocionado con su celular, ¿sacándonos fotos? -quiero llorar.

Estaba por decir algo cuando el rostro de mi madre apareció en mi campo de visión, pegué un gritó, Daniel despertó asustado.

-¿Qué pasó?- me miró -¿estás bien? ¿te hiciste daño? ¿por qué gritaste? ¡¿TE PICÓ UNA ARAÑA?!- comenzó a buscar algo -llamaré a emergencias, ¡resiste por favor!

Todos en la sala, a excepción de él, estallamos en risas.

-¿De qué te ríes?- me tomó de lo hombros -¡te puedes morir!

Tierno

-T-tranquilo- dije entre risas -la causa de mi grito fue por otra cosa...más bien por una persona- me miró sin entender -¿si quiera te diste cuenta que hay alguien más, además de los chicos?

Daniel comenzó a mirar todos los rostros, hasta que se topó con el de mi madre, giró rápidamente su vista hacia mi, un poco...¿nervioso?

Se acercó a mi oído.

-¿Es tu madre, verdad? -se alejó y observó mi rostro, asentí.

-Quiero una explicación, Ong SeongWu- dijo mi progenitora cruzándose de brazos, frunciendo el ceño.

Daniel tembló ligeramente.

-Primero, no te hagas la enojada, estás asustando a Daniel- dije tomando la mano del nombrado -dos...hola mamá, ¿como has estado? yo muy bien, gracias por preguntar, te amo.

Mi madre rio, se acercó a nosotros y nos abrazo.

-Al fin tienes novio- dijo fingiendo un sollozo -al fin.

-Madre.

-Ya ya- se separó -pero debo hablar con el muchacho- Daniel asintió -a solas.

-Uuuuuuuh.

-Minhyun, cállate.

-Perdón.

Mi creadora se llevó a mi novio hacia la cocina, miré a los chicos.

-Menos mal durmieron con ropa.

-Jaehwan, cállate- dije riendo, miré a mi mejor amigo -¿te acuerdas que hizo lo mismo contigo?

-Sí- sonrió -y eso que tan solo tenía cuatro años, quería asegurarse que quería ser tu amigo.

Reímos.

-¿Vamos a desayunar o no?

-Jihoon, estamos hablando de otra cosa- dijo Linlin.

-Pero tengo hambre.

-¿Hay algo preparado?- dije, negaron -despiértenme cuando haya.

-¡Ong!

-Bueno ya, solo no griten- me levanté con un leve dolor en la cabeza, busqué a Jaehwan con la mirada y le apunté -¿como es que estás vivo?

Jaehwan se sonrojó y miró el suelo como si fuera lo más entretenido.

-Está así ya que en la madrugada despertó y vomi- Kim se apresuró a tapar la boca de mi amigo.

-A pesar de eso, cuando se levantó parecía un zombie- dijo Mi Pollito -tuvimos que darle medicina y esas cosas.

Reí.