Nuevo.

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Entré algo temerosa a la sala con Niall a mi lado.

Era todo color cenizo y del techo colgaban pequeñas lámparas amarillentas que parecían tener años de edad. Eran tan tenues, que parecía que en cualquier momento se apagarían. Había mesas rectangulares por toda la habitación y distintos jóvenes vestidos completamente de negro tenían puestas sus manos en algún artefacto.  Algunos de ellos parecían sostener lo que parecían bolígrafos enormes que, al hacer contacto con los artefactos en la mesa, soltaban chispas alrededor.

― ¿Te confieso algo? ―susurré hacia Niall. Él se acercó como preguntándome. ― Aún no comprendo del todo de dónde sale la electricidad.

La risa cautelosa del rubio llegó a mis oídos. ― Robada de los Yakatis.

― Ya ―dije aguantando un poco la risa. ― Ya entiendo.

― ¿Dian Laurice? ―preguntó uno de los chicos en las primeras mesas mientras se levantaba el casquillo. Alcé una mano hacia él.

― Hola.

― Niall ―dijo ahora con una sonrisa mirando a lado mío y se acercó a nosotros. Saludó a Niall con la mano. ― ¿Qué hacen aquí?

― Traje a Dian para que viera las armas que me mostraste ayer ―comentó Niall. El chico hizo una “o” con sus labios.

― Claro. ¡Qué bueno que por fin las veas! ―dijo hacia mí. ― Las traeré, ya vuelvo.

El chico desapareció y yo giré hacia el rubio.

― Parece que se llevaban bien.

― ¿Celos? ―dijo alzando una ceja. Solté una risa. ― No. Ya, hablando enserio... Él es un amigo.

― ¿Amigo?

― Sí, amigo ―dijo con una risa otra vez. ― Él y yo estuvimos juntos en la Aldea cuando recién llegué.

― ¿El sabía que tú eras…?

Carraspeó la garganta un poco. ― Sí. Él fue el primero en enterarse.

― Vaya ―comenté alzando las cejas.

― Aquí están.

El chico de repente apareció por la derecha mientras llevaba en ambos brazos algo pesado envuelto en una tela color tinto.

Niall lo ayudó a poner el bulto en la mesa más cercana.

― ¿Qué es esto? ―pregunté.

― Te presento… ―tomó una esquina de la tela y la levantó deprisa―, las Red Optimus 1800.

― Salud ―susurré. Él me miró confundido. ― ¡Sólo bromeo!

― Son estupendas ―dijo Niall mirando los artefactos. ― Dile que hacen.

― Bueno ―comenzó el chico mientras rascaba su cabello―, son láser, su potencia es de 500V.

Mis ojos casi salen de sus órbitas. ― ¿Cómo hiciste eso?

― Electrones ―respondió mientras ponía ambas manos en sus caderas. ― Millones de electrones.

― ¡Eso es como el doble de potencia del arma con el que le disparé al yakati! ―exclamé hacia Niall. ― ¿El calibre?

― Es pequeño por la potencia. Pero por eso no pierde efectividad.

― Tú no sabes lo que esto significa ―dije señalando las armas y conteniendo la emoción en mí. ― ¡Tenemos armas el doble de potentes! ¿Cuántas tienes?

Destiny. | fanfic. (libro ahora disponible en Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora