Destiny. | fanfic. (libro ahora disponible en Amazon)

Dolor.

21

― Sabes, Dohran, tal vez estamos buscando en áreas equivocadas ―mencioné después de dos horas de caminar por la zona selvática 3.

― Habíamos acordado en darle mínimo tres noches a cada zona para revisar bien, ¿estás arrepintiéndote de esta misión? ―preguntó alzando una ceja hacia mí.

― No, no es eso ―negué. ―Es sólo que llevamos haciendo esto más de una semana y no tenemos ni una huella o una pista que nos diga que estamos en lo correcto.

― Tú viste a la pantera con tus propios ojos, ¿no? ―asentí. ― ¿Dudas de lo que viste? Porque si es así, entonces estamos perdiendo nuestro tiempo aquí mientras podríamos estar buscando marcados de sangre pura.

― No. Yo estoy segura de lo que vi ―contesté intimidada. Dohran tenía razón.

― Bien, entonces sigamos.

No dije nada más durante la expedición pues ahora me sentía estúpida. Era como si estuviese dudando de lo que había pasado yo misma y eso era algo estúpido. Tenía que depositar todas mis esperanzas en esta misión y tener paciencia. Esto tal vez no llevaría meses.

― ¿Tú hiciste eso? ―preguntó de repente Dohran.

― ¿Hacer qué? Yo no hice nada ―se encorvó un poco y comenzó a mirar alrededor. ― Dohran, ¿qué sucede? Me estás asustando.

― Shhh ―me calló. Entonces yo también escuché un sonido alarmante. Definitivamente era un animal.

Entonces todo pasó muy rápido. Ambos volteamos hacia mi derecha y sólo logré visualizar una sombra negra aproximándose antes de que Dohran me empujara con su cuerpo con fuerza. Caí de espaldas golpeándome la cabeza contra el suelo pero me incorporé en un segundo.

Observé a Dohran ahora en donde yo estaba hace un segundo, de repente la cosa negra lo empujó a él haciéndolo caer al suelo y despojándolo de su arma.

― ¡Dohran! ―me escuché gritar. El chico se retorció un poco en el suelo y yo le disparé a la bestia antes de que encajara sus dientes en él.

Ésta me miró y comenzó a aproximarse a mí, por lo que di media vuelta y comencé a correr. Pero entonces sentí como si unas navajas cortaran la piel de mi espalda. Solté un alarido y caí al suelo sobre mi estómago. Escuché el sonido de un arma y un sonido proveniente de la bestia.

Después, silencio.

― ¡Dian! ¿Estás bien? D-digo, ¿estás consciente? ―la voz nerviosa de Dohran apareció a mi lado.

Me dolía demasiado. Sabía que el animal me había arañado la espalda pero sentía como si me hubiese arrancado la piel de todo el cuerpo.

― ¿Q-qué…? ¿Q-qué era eso? ―pregunté entre jadeos.

― La estúpida mutación ―respondió con rabia. ― Demonios, Dian. Estás sangrado horriblemente.

― ¿La mataste?

― No, huyó cuando le disparé con el arma de láser. Debo llevarte rápidamente a la aldea.

― No ―protesté. ―Niall se dará cuenta.

― ¿Estás loca? Debes ser atendida de inmediato ―su mano quiso tomarme del brazo pero lo aparté.

― Si Niall se entera enloquecerá.

― Bien, bien. Te mantendremos oculta. Les diré a los médicos que no pueden decir nada sobre ti. Soy el presidente, tienen que acatar órdenes. Pero déjame llevarte a la aldea, Dian.