Capítulo 8.

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-Porque...-Suga respiró hondo y exhaló-. Porque te amo.

Mi corazón se aceleró y lo miré a los ojos nerviosa.

Retiró su mano de mi muñeca y colocó ambas en los bolsillos de su pantalón al mismo tiempo que bajaba la mirada.

Miré hacia el suelo y examiné la habitación mientras pensaba en qué decir.

Nada. Nada venía a mi mente... estaba totalmente en blanco. ¿Yo lo quería? Sí, soy de las que se encariñan rápido con la gente. Pero lo quería como a un amigo, yo estaba un noventa y ocho por ciento segura que me gustaba Gyong-si, o que podría llegar a gustarme. Bueno, tal vez un ochenta o... está bien, un setenta y dos... ¿Sesenta? Cincuenta, no menos que eso. Cincuenta es perfecto.

Pero, ¿qué hay del otro cincuenta?

¿Por qué dudaba tanto?

Porque recién lo conocía, eso es.

¿Suga me amaba? Era imposible, apenas y nos conocíamos.

-Yo...-comencé a decir. Suga me miró algo tímido esperando una respuesta.

Solté un largo suspiro.

-Suga...lo lamento pero...-él me interrumpió con unas carcajadas estrepitosas que salían de su boca.

-¿Te la creíste?-preguntó entre risas.

Estaba perpleja.

-Sólo mírate, ¿acaso viste a un fantasma?-habló sin dejar de reír.

Al fin reaccioné y lo miré enojada.

-Vaya tarado-murmuré y luego alcé la voz.-¡Me asustaste!

-¿Por qué? ¿Enserio pensabas que podía ser verdad?-levantó una ceja divertido. Podía ser, una parte de mí quería que sea verdad. Una caricatura se formó en mi imaginación para explicar mis sentimientos en ese momento: Mi corazón salía de mí, y se caía al suelo, rompiéndose en dos pedazos. Uno era de Gyong-si y otro de Yoongi. Cogí una goma de borrar y eliminé esos nombres que tenía inscriptos. Mi corazón volvió a ser el de antes en cuestión de segundos, solté un largo suspiro y me armé de valor.

Lo miré amenazante.

-¡Claro que no!-abrí la puerta molesta y la cerré bruscamente. Caminé hacia el living y me senté en un apoya brazos del sillón de la esquina.

Ahora no tenía idea de cómo mirar a Suga, ¿eso era jugar para él? ¿Y si se lo decía a alguien que esté enamorada de él? Eso estaba mal, terriblemente mal. Y que me lo haya hecho a mí, también. Sólo me confunde y no hace nada más que confundirme.

Froté mis cienes e intenté concentrarme, ahora era mi "cita" con Gyong-si.

-¡Sun-Hi!-él apareció desde la sección de los chicos. Me volteé a verlo, estaba muy apuesto.

Me levanté en un pequeño brinco y me acerqué a él.

-¿Vamos?-asentí y lentamente caminé a su lado.-¿Por qué me esperabas afuera de tu habitación?-me preguntó.

-Yo...creí que si veías a Yoongi sería incómodo.

-Hey, no te preocupes por eso. Debo admitir que sí, tal vez estoy algo celoso, pero cuando seas mi chica, él deberá aprendar a no ver lo que es mío.

Parpadeé varias veces y me sonrojé.

¿Él de verdad había dicho eso?

Me cogió de la mano y caminamos un poco en silencio hasta que salimos de la universidad y esperamos sobre la vereda.

My roommate is a boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora