Capítulo 14.

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        Fogatas. Las fogatas me traían recuerdos de mis días de secundaria, por lo que me sentía un poco menos desanimada y un poco más feliz, aunque el hecho de que Yoongi haya ignorado mi mensaje no me dejaba permitirme estar en plena alegría.

        Recordé que debía concentrarme, teníamos una presentación dentro de nada y había que prepararnos bien para cuando los representantes de las agencias vinieran a vernos nuevamente y seleccionar a los que contratarían. Por Dios, tenía la oportunidad que tanto había estado buscando servida en un plato y yo me estaba lamentando por un chico. Bueno, no era uno cualquiera, era... era Yoongi, y yo no quería perder a Yoongi.

        -¡Sunhi! ¿Nos ayudas con las sandías?-una chica de mi clase de canto me llamó-¿Por favor?

        Me levanté asintiendo y me acerqué a ellas. Vaya, sandía, yo quería sandía, seguro que eso me subiría un poco el ánimo. Eso, y música.

        Oh~no les comenté, pero he progresado el Baile, no mucho, pero algo.

        Dijeron que no querían arruinarles el día a algunas personas, por lo que, atrasaron nuestro baile para mañana temprano y luego del almuerzo anunciarían quienes habían sido electos para luego presentarse y ver si eran electos, de nuevo.

        El día terminó muy bien de hecho, me animé a bailar Gee de Girl's generation, y en una parte, le guiñé el ojo al público, pero en realidad, miraba a Suga y esperaba que lo haya notado. Significó algo, porque todavía me acordaba de la primera mañana que despertamos en la misma habitación, él bailaba esa canción mientras limpiaba. Un payaso. Mi payaso... mi payaso favorito. Lo necesitaba, diablos.

        Caminaba a las cabañas cuando de repente oí mi nombre y retrocedí unos pasos, hasta enfrentarme al chico cruzada de brazos.

        -¿Estás enojada?-frunció el ceño.

        -¿Tú qué crees, Taejoon?-sonreí cínicamente-¡Claro que sí!-elevé mis brazos-Yoongi no me habla, y es en parte tu culpa.

        -Quizá, pero es mayormente TU culpa-me señaló con el dedo.

        -¡Aggggh, lo sé! Pero no puedo hacer nada, se enojó por algo muy infantil aunque tiene la maldita razón, porque él ahí protegiéndome siempre de alguien quien ahora resulta es una especie de...

        -¿Amigo?

        -Alguien con quien hablo.

        -Bien, lo lamento. Yo solucionaré esto.

        -¿De verdad?-mis ojos se emocionaron al parpadear tan repetidas veces.

        -No.-Bufó-. Es tu problema.

        -Estúpido-murmuré-Me voy-levanté mi mano a modo de despedida.

        -Claro-me despeinó-Suerte, la necesitarás.

        -¿Hablas de, para mañana?

        -No, en eso no la necesitas.

Y se fue. Y podía jurar que me había sonreido, ya saben... una sonrisa sincera.

Si le mostraba este lado de Taejoon a Yoongi, ¿me perdonaría?

My roommate is a boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora