Capítulo 3.

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—Ella... es muy tímida, y además no coincide en clases ni conmigo ni con ustedes, lo que es raro, pero sucede en algunos casos, ¿no? —me encogí de hombros, tratando de sonar lo más creíble posible.

—Supongo. Aún así quiero conocerla. —insistió Gyong-si.

—¿Tan desesperado estás? —le preguntó su hermana.

—Sólo quiero conocer gente nueva.

—Ya conociste a mi compañera de cuarto. —le recordó ella.

—La estúpida de Eun-Kyung. Ella no cuenta.

—¿Eun-Kyung? —dije.

—Síp, la tonta que hoy soltó ese chisme antes de comenzar la clase. —confirmó Young Mi. Asentí.

—Entonces, ¿voy a poder conocerla? —me preguntó Gyong-si mientras los cuatro nos acercábamos a la salida del comedor.

—Si es que está en la habitación, siendo sincera, casi no la veo. —miré a Suga por el rabillo del ojo. Parecía no importarle el tema.

—Está bien, otro día será entonces. —cedió al fin Gyong-si. Asentí.

—Ahora tenemos actuación, ¿qué hay de ti? — me preguntó Young Mi.

—Yo también. —respondí

—E igual yo. —se sumó Suga.

—Bien, vamos. —el mellizo varón me cogió del brazo y me arrastró hasta la sala de teatro.

La clase fue normal, no muy entretenida, debió ser porque era el primer día y aún no nos hacían practicar. A pesar de eso, nos mandaron ensayar una obra que queramos, y debíamos presentarla en dos semanas. En mi grupo por ahora sólo estaban Gyong-si, Young Mi, y Yoongi. Por supuesto nos faltaban integrantes. Gyong-si sugirió una obra de Shakespeare. Mañana pensaríamos en cuál.

Tomé un libro de mi habitación y me senté en un sillón del living, el que estaba en el centro del sector de chicos y el sector de chicas. Comencé a leer, página tras página, la trama era interesante, pero parecía que el sueño me vencería. Luché contra éste hasta llegar a la última página, en la cual caí dormida.

+

Me refregué los ojos varias veces y miré a mi alrededor. ¿Cómo había llegado hasta mi cama? Miré la cama de Suga, él no estaba ahí. ¿Acaso era un madrugador? Inflé mis mejillas y comencé a hacer caras extrañas frente a un espejo. Acomodé mi cabello y miré mi ropa. ¡Llevaba mi ropa de salir, rayos! Se había estropeado. Aunque si lo pensaba, quería decir que la persona que me haya traído hasta mi cuarto, no me había visto desnuda, al menos. ¡Oh, no, mierda! Si me habían traído hasta aquí eso quería decir que seguro habían visto a Yoongi. Comencé a caminar de un lado a otro del cuarto mientras mordía mis uñas. ¿Qué haría si confirmaban el "rumor"? De repente alguien abrió la puerta del cuarto, lo que causó que me sobresaltara.

—Ah, Suga... —dije con ambas manos en mi pecho.

—¿Te decidiste a llamarme así? —me dijo con una mirada juguetona mientras se acercaba a sus cosas.

—Eso creo. ¿Qué ha pasado?

—Me olvidé unos cuadernos. —respondió.

—Ya veo... —dije mientras él tomaba unos cuadernos de su maleta. —¿Qué clases tienes ahora?

—Canto, ¿tú?

—También. ¿Podemos ir juntos? —él asintió. —Esperame, ya voy.

Él salió del cuarto y me adentré en el baño. Cuando salí, eestaba recostado en una pared fuera de la habitación.

My roommate is a boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora