Capítulo 5.

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— Suga... — él volteó su cabeza tratando de verme. — Creo que iremos a la enfermería.

— Ah, no tienes que hacerlo... Estaré bien.

— Debemos, tienes una fiebre alta.

— No, no, estoy bien... de verdad...

— ¡Que no! Vamos, ahora. — lo tomé de ambos brazos haciendo que se siente sobre la cama.

— Es que...Sun-Hi. — lo miré atenta mientras él rascaba su cuello, nervioso. — En realidad no estoy enfermo.

— ¿Qué? Pero toqué tu frente y...

— Hay un paño de agua muy muy muy caliente en la cocina. — me interrumpió, explicándome.

— ¿Qué? ¿Por qué hiciste eso? Eres un estúpido. Iré a avisarle a Gyong-si.

— No, ¡no puedes!

— ¿Y ahora qué pasa? — rodé los ojos.

— Le dijiste que tu "compañera" de cuarto está enferma, ¿o no?— asentí. — ¿Ves? No puedes, ¿qué le dirás? ¿"Mi compañera de cuarto fingió estar enferma porque estaba celosa y no quería que salga contigo"?

— ¿Qué? — lo miré perpleja.

— Nada, sólo que no puedes decirle que era mentira. Sería... extraño.

— Debo admitir que tienes razón. — me senté en mi cama. — ¿Y ahora qué haremos?

— Tienes que avisarle a Jimin que hoy no habrá práctica.

— No, claro que iré con Jimin si no estoy ocupada... no me quedaré aquí para hacer nada.

— Pero si él llega a comentar que practicaron y Gyong-si se entera... él creía que estabas cuidando de tu compañera.

— Eso es cierto. — suspiré. — Qué lío... — cogí mi celular y le dije a Jimin que no habría práctica ya que cuidaba de Sharon. Respiré hondo y exhalé. — Yoongi, eres un grandísimo idiota.

— Oye, no mentía del todo... te dije que no me había sentido muy bien en el día. Me siento mal ... emocionalmente, y eso también forma parte de la salud.

— A ver, veamos dónde te duele... — me acerqué a él y presioné donde está su corazón. Él rodeó mi espalda y me hizo caer nuevamente sobre él. Esta vez se alejó un poco y me acomodó a su lado. Me miró a los ojos.

— Tengo sueño, ¿tú no? — tragué saliva y asentí mientras rápidamente cerraba mis ojos para no tener que verlo tan cerca de mí. Él me abrazó y así quedé un rato, despierta pero con los ojos cerrados. Luego de unos tantos minutos me terminé acostumbrando a su tacto y pude conciliar el sueño.

+

Desperté junto a Suga, una sonrisa rebelde se formó en mi rostro. Se sentía agradable estar así con él, y llevarnos bien. Me levanté de la cama y lo meseé para que se despertara.

— ¡Arriba!

— No quiero. — se quejó.

— Yoongi, vamos, levántate. Oh, y conste que esto no se volverá a repetir, fue sólo porque te sentías mal y quise ser buena contigo. — La verdad era, que una parte de mí anhelaba que algo como esa noche ocurriera de nuevo, pero debía ponerme firme.

— Agh... ya voy. — refunfuñó y se levantó de a poco.

Tardé sólo unos minutos en alistarme y ya estaba lista para mis clases. Sólo faltaba cepillar mi cabello. Cogí el cepillo y me observé en el espejo mientras apresuraba a Suga.

My roommate is a boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora