Capítulo 7.

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Los tres quedamos en shock sin saber bien qué decir.

Eun-Kyung sacó su móvil del pequeño bolso y le tomó una foto a Yoongi.

—Vámonos de aquí.—reaccioné al fin tomando a Suga de la mano.

—¡Tú! ¿Tú lo sabías? ¿Eres su compañera de cuarto?—me indagó Eun-Kyung, a lo que tragué saliva.

Enseguida presionó nuevamente el botón en su celular y salió del lugar dando saltitos.

La observé irse por la puerta y tiré a Suga de la muñeca logrando que se levantara.

—Lo siento, Young Mi, te lo explico después.—hablé y arrastré a mi compañero hacia afuera.

Paré en seco y tomé aire. Él se detuvo de golpe sobresaltado y lo miré a los ojos. No estaba segura de qué decir... aún no, seguro ésto traería consecuencias, no sabía si gritarle por no habérsela quitado de encima... pero lo pensé mejor y sólo le sonreí. Al fin y al cabo el que más saldría lastimado sería él.

Me giré sobre mis talones y continué mi camino con Yoongi detrás y callado.

Llegamos a la sala particular para hacer esa actividad y saqué del bolsillo de mi pantalón un reproductor mp3. Lo conecté al cable que estaba allí que daba al parlante y dejé que la música fluya.

—Vamos a ensayar—le informé. Él me miró confundido pero yo insistí—. Enséñame a bailar.

Suga se cruzó de brazos y se recostó sobre la pared. Esbozó una sonrisa.

—Enséñame tú a bailar.—lo miré muy extrañada.

—¿Estás loco? ¡Tengo dos malditos pies izquierdos, ¿qué no lo sabes?!

—Sólo para de repetirte eso y déjate llevar por la música.—él comenzó a hacer unos pasos de baile, deslizaba un pie hacia un lado e instantes después el otro se le juntaba, así varias veces en la intro.

Una vez que la letra de la canción comenzó, aumentó el ritmo.

Al ver que yo seguía como una piedra observándolo se acercó a mí tomándome por la cintura.

—Confía en mí.—susurró en mi oído.

Nos movimos muy despacio tratando de seguir la melodía.

—Ya es momento...—le dije.

—¿De qué?—sonrió divertido.

—Pues... creo que deberías contarme... ¿por qué vives conmigo?—tragó saliva y pensó un rato.

Acarició mi mejilla y sonrió.

—Eso no es parte de la coreografía.—le advertí. Él sonrió de lado y suspiró.

—Bien... Supongo que tienes razón.—tomó una gran bocanada de aire y habló.

—. Cuando hice la audición, rapeé una canción escrita por mí y bailé, dando mi mayor esfuerzo ante los profesores que nos probaban. Pero...—se armó de valor para decir lo siguiente.—Fui rechazado.

—¿Cómo?—lo pisé sin querer y rió por lo bajo señalando su pie. En cuanto lo noté, retiré mi zapatilla de él, apenada.—No entiendo, estás aquí...

—Exacto. Pero no soy como los demás alumnos, vivo con una chica... —me empujó suavemente con nuestros dedos entrelazados y me volvió hacia él.—Unos minutos después Choi Min Ki se me acercó y me dijo que lo pensaron mejor y tenía una oportunidad, pero el último cupo era contigo. Sin ofender, pero fue porque eras muy mala con el baile y por eso estabas en las más bajas, por eso te tocó a ti estar conmigo.—Sonrió de lado.—Y estoy muy agradecido por eso...

My roommate is a boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora