take a breath || Aidan Gallagher

🌙 Ocean eyes 🌙

— ¿Estás lista? — preguntó Calum observando como tomaba una pastilla para la gripe.

Adivinen quien se resfrió.

— Sí — contesté dejando a un lado el vaso de agua.

Hoy le escribí una carta a Aidan, dejando todo mi corazón en ella.

Es la primera vez que le escribo una carta de amor, ¡yay! me emociona mucho.

Tardará 3 días en llegarle, es suficiente.

Subí al auto negro del (ahora) pelirrojo, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.

Un mal presentimiento.

Lo dejé pasar y encendí mi teléfono dejando que las notificaciones llegaran.

Varios mensajes de Aidan me hicieron sonreír, lo adoro.

— Llegaremos, te presentaré al productor y directamente vas a grabar, aquí se acaban los ensayos, se supone que eres profesional y ya tuviste que haberlo hecho — dijo concentrado en el camino, Calum iba mandándose mensajes con quién sabe quién y eso solo lo sé por que puedo verlo por el reflejo de su ventana.

— Está bien... — estoy muerta de los nervios.

— Si no lo quieres hacer no te preocupes por lo que ya gastamos, no tenemos problema y nunca nos enojaríamos contigo — aclaró Cal.

— No lo voy a desperdiciar... quiero hacerlo.

Cuando menos me dí cuenta, ya estábamos en “Interscope Records”, lugar donde los chicos van a cumplir mi mayor sueño.

Dios, esto es alucinante.

— Entremos — aparcó el carro.

Apreté mi coleta y acomodé la blusa que milagrosamente me quedó bien.

— Estoy nerviosa — susurré.

Calum acarició mi cabello.

— Te irá bien, nadie te juzgará, lo prometo — lo seguí a la entrada.

Mi cuerpo tembló al ver muchos discos de oro, desde Guns N' Roses hasta Ellie Goulding, ¡grabaré donde estuvieron leyendas!

Esperé pacientemente a que Ashton hablara con la secretaria que parece ya conocer y Calum hacía una llamada telefónica.

— Ven, por aquí — indicó Ashy pooh una vez que se desocupó.

No hice ruido cuando llegamos a lo que parecía ser la cabina que me asignaron.

— Mira, el director es el señor Toro, no está de humor así que... no le hables, solo pasa a hacer lo tuyo, te observaremos — asentí.

Tengo miedo, demasiado.

Desearía que Aidan estuviera aquí.

— Buenos días — dijimos al unísono entrando.

— Buenos días — contestó la voz enojada de un señor no muy grande. — Deja aquí tus cosas y entra, Hemmings me pasó ya tu pista — fruncí el ceño.

— ¿No era con pi...? — Ashton y Calum me hicieron señas por detrás del señor para que me callara. — Perfecto, olvídelo — solté tontamente.

Entré a la cabina dejándole mi teléfono a Calum, que en seguida se puso a jugar.

— Vamos a empezar con el primer verso, espero que hayas calentado por que no tengo tiempo para desperdiciarlo — habló por un micrófono.