CAPITULO 8

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Salgo de mi cita con el traumatólogo aliviada. ¡Finalmente puedo dejar de utilizar la molesta venda en mi muñeca! El dolor ya no existe y la movilidad está mejor que nunca. Nick me espera afuera. A pesar de que pasaron varios días, aún continúa sintiéndose culpable. Su actitud para conmigo mejoró, está cariñoso, atento, pendiente de mí. Por momentos vuelve a ser esa persona que me enamoró. Eso me gusta. Quizás es un nuevo inicio para nuestra relación.

Luego de nuestra fatídica discusión que terminó con mi muñeca accidentada, hizo lo imposible para que lo disculpe. La verdad es que nunca estuve enojada por salir lastimada, pero aproveché la situación para que se esfuerce en nosotros.

El día que Jeremías me invitó un café que rechacé, obviamente, llegué a casa y Nick me estaba esperando con un ramo de jazmines. Nunca me gustaron las rosas, ni los arreglos florales preciosos que se ven en las películas, me gusta lo simple, un pequeño ramo de jazmines blancos con su perfume suave y permanente combina con mi estilo. Y Nick lo sabe, por eso los eligió. 

Esos pequeños gestos que demuestran que las personas que uno ama te conocen, son los más importantes. Que Nick hubiese dedicado parte de su tiempo para pensar en mí me conmovió. Nunca me regala flores, dice que cada vez que ve a un hombre caminando por la calle con un ramo de flores se ríe por lo idiotas y arrastrados que parecen. A pesar de sus prejuicios, lo hizo para hacerme feliz.

También me esperó con la cena lista. Debo decir que lo que vale es la intención, ya que la comida consistía en un plato de espaguetis con salsa de tomate. Espaguetis de paquete y salsa lista. Son esos detalles los que valoro, porque Nick nunca me cocina, nunca me hace regalos. Solía hacerlo durante el primer año de nuestra relación...

Creo que me quiso demostrar que aún me ama, que aún se preocupa por mí. Eso me da esperanzas, me hace pensar que podemos rescatar nuestra pareja. 

"Soy consciente de que últimamente no te presté mucha atención, pero ahora las cosas van a cambiar. Eres el amor de mi vida, y no quiero que nada ni nadie nos separe nunca. Voy a hacer todo lo que pueda para verte todos los días feliz", sonrío al recordar sus palabras.


Las semanas que pasaron fueron tranquilas. En el trabajo sigo progresando día a día, aprendiendo de mi jefa y mis compañeros. Me siento cómoda, es un buen lugar para progresar en mi carrera.

Con Jeremías no pasó nada más. Desde que rechacé su intento de conocerme, me ignora por completo. Debo admitir que mis ojos lo siguen buscando, de vez en cuando... ¡Es que hay algo en él que me da curiosidad! A veces paso por al lado de su escritorio a propósito, con la ilusión de que me diga algo, que me detenga para hacer alguna estúpida pregunta. Pero no sucede. Llegué al punto de arrojar accidentalmente unas copias que busqué en la fotocopiadora y ni siquiera se inmutó.

-¿En qué piensas princesa? – pregunta Nick mientras acaricia mi cabello.

-En nada – me encojo de hombros acurrucándome a su lado e intentando prestar atención al programa que estamos viendo en la televisión.

-Esta noche saldré con los chicos.

-Anoche también saliste, me habías dicho que hoy hacíamos algo juntos... – ladeo mi rostro para poder verlo.

-Te prometo que mañana salimos a cenar – me besa la coronilla.


Otra noche me toca estar sola. Intento no ser tan insoportable y cierro la boca. He notado que Nick se está esforzando conmigo, pero que siempre prefiera a sus amigos por sobre su novia me disgusta demasiado. Al menos podría invitarme para apaciguar mi mal humor. No lo hace, nunca lo hace, sus celos no se lo permiten. ¿Cómo hace Sam para que la invite? ¿O se invita sola?

Muñeca del Destino [COMPLETA]Where stories live. Discover now