CAPITULO 33 FINAL

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¿Quién entiende al corazón?

A veces estamos seguros de lo que sentimos, otras veces de un segundo a otro todo cambia y no sabemos dónde estamos parados. Pasamos del amor al odio con un pestañeo, de la seguridad a la confusión como si fuera algo natural.

No entiendo qué me pasó, los sentimientos muchas veces exceden la racionalidad. Somos seres complejos, contradictorios, sentimentales, impulsivos; no existe la linealidad en el ser humano. Podemos equivocarnos, sentirnos abrumados frente a situaciones dolorosas; podemos confundirnos y tenemos el derecho de hacer una pausa. Cuando todo es demasiado, y lo demasiado amenaza con destruir a las personas que más amas, a veces es preferible dar un paso al costado, respirar, darse tiempo. Dejar que el tiempo fluya e intentar sanar.

Mi mundo colapsó. Una avalancha de hielo y nieve arrasó con todo lo que había construido, con todos mis sentimientos, anhelos y proyectos.

A veces necesitamos perdernos para encontrarnos nuevamente con esa energía vital, con el deseo y las ansias de vivir. Alejarnos, pensar y descansar. Ordenar nuestras ideas, rearmar las piezas de un espíritu que ha quedado desarmado, roto, hecho trizas. Tomarnos el tiempo necesario para juntar las migas que sobraron, los últimos vestigios de lo que alguna vez fuiste.

Me alejé dos meses. Busqué refugio en la casa de mi infancia entre los recuerdos de mi padre y los cuidados de mi madre. Volví a ser una hija afianzando el vínculo con mi madre desde una perspectiva más madura, más adulta. Siempre fui reservada respecto a mi privacidad, pero me abrí con ella, le confíe mi tristeza, mis miedos, mis temores. Hallé en mi hogar la contención que tanto necesitaba, la compañía sin presiones, la fuerza para seguir adelante; decida lo que decida tengo a mi mamá siempre a mi lado. Es difícil encontrarse cuando uno está perdido, elegir qué camino seguir cuando el mundo te abre infinitas oportunidades.

Jeremías me envió mensajes casi todos los días que estuve fuera de la Capital. Al principio eran recurrentes, casi a todas horas, pero al ver mis cortas respuestas, la frialdad de mis palabras, creo que entendió que en este momento él no está dentro de mis prioridades. ¿Cómo explicarle por lo que estoy pasando cuando hasta a mí me cuesta entenderme? Sé que no se lo merece, es que soy incapaz de actuar, de aparentar que soy la misma que antes cuando estoy rota. Estoy dividida; dos fuerzas opuestas luchan en mi interior, el amor y el rencor.

No me gusta mantener a Jeremías pendiente de mí, esperando que esté lista para volver... No es justo. No es justo hacerlo esperar cuando hoy no tengo nada para ofrecerle. Me siento vacía, cansada, sin la energía para pensar en otra persona que no sea yo misma.

No me olvido que me hizo llorar, que no le tembló el pulso las veces que negó sus sentimientos hacia mí, las veces que rompió mi corazón; como siguió ocultándome aun cuando nuestros enemigos conocían de mí existencia.

Al mismo tiempo valoro todo lo que hizo por mí; su compañía fue imprescindible para superar mis mayores temores, mi pasado sombrío. Gracias a él, re-encontré a la verdadera Emma, a la Emma que se conoce a sí misma y que tiene en claro lo que quiere para su futuro, lo que la hará plena, logrando descartar a esa chica insegura que se había perdido en un huracán emocional repleto de drama y culpabilidad.

A Jeremías lo amo, pero... ¿Cómo olvidar que mi querido amigo Boris murió por su culpa? Soy consciente de que todo lo ocurrido con el Oso es lo que me confunde, mi interior está revuelto y estoy enojada, furiosa porque la vida me lo quitó. La vida no... Jeremías me lo quitó, todo es su culpa. Si su padre no hubiera aceptado un préstamo de esa mafia, esto no habría pasado. Zret Company se transformó en un rehén de un enemigo muy poderoso y el precio fue lavar dinero sucio. Por culpa de Jeremías que quiso ponerle fin al problema y se contactó con la AFI para desbaratar el negocio, Boris se vio implicado en el operativo y ahora está muerto. Si Jeremías no hubiese aparecido en mi vida, tal vez habría tenido una historia con Boris, tal vez estaríamos ahora juntos.

Muñeca del Destino [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora