PROBLEMAS... ¿POR QUÉ TANTAS COMPLICACIONES? © 1° PARTE.

Capítulo 23

No entiendo absolutamente nada, pero sigo su beso...
¿Por qué lo sigo? No sé.

La tomo de la cintura y la apego más a mí.

—Besas muy bien —se aparta para poder hablar.

—¿Qué estamos haciendo? —le pregunto riendo.

—No sé, pero estoy cómoda —me sonríe.

La giro y quedo encima de ella, Mia toma mi cuello y me besa.

—Mia, no pude ir lo siento —escucho a alguien.

Ambos nos separamos de golpe y nos sentamos en la cama.

—¡Clemente! ¿Por qué no tocas la puta puerta? —le grita Mia.

Clemente está apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa.
Se acerca hasta donde estamos y nos observa con los ojos achinados.

—Me gusta ésta pareja, pero ¿tú no estabas con el idiota? —pregunta confundido Clemente.

—Sí, estaba, pero... —Mia se detiene, porque Clemente habla.

—Tienes un poco de labio en el labial —dice irónico apuntándome.

No me puedo ver los labios, pero intento limpiarlos.

—Tú no viste nada —Mia se para y lo apunta.

—¿Se gustan? —Clemente la molesta.

—No jodas Clemente —ella le muestra su dedo medio.

—Me sorprendes Juan Pablo, pensé te enganchabas a la loca de Antonia —se ríe.

—Nunca he estado con ella, si nos hemos dado alguno que otro beso, pero no somos nada más que amigos —levanto mis hombros.

—¡Maldita! —grita Mia.

—Ay, qué mierda —le dice Clemente.

—Ella me dijo que nunca tuvo nada contigo —me apunta.

Me río y ella me golpea en el hombro.

—Infeliz —entrecierra sus ojos.

Camina hasta un mueble y saca unas toallas húmedas, tiene en toda la casa al parecer...
Se acerca a mí de nuevo.

—Toma, tienes mucho labial aún —me entrega una.

La acepto y me limpio la boca.

—¿Por qué no fuiste? —le pregunta a Clemente.

—No sé, no me atreví —contesta ido.

—Yo creo que sería una mala idea que fueras —me siento en una orilla de la cama.

—Sí, Agustín me dijo que no fueras —dice Mia, sentándose al frente mío.

—No me interesa lo que diga ese cabrón —responde Clemente.