Los acordes del amor [Justin Bieber x Austin Mahone / Austin x Shawn Mendes]

Capítulo 31

—¿Qué coño quieres, James? —pregunté, queriendo evitar la pelea

—Que te alejes de él. Ya le jodiste a Justin a Cody con tu estúpida presencia, no hagas lo mismo con Shawn para mí. Nuestro equipo es muy bueno y como haya distracciones por su parte, empeorará y como co-capitán no pienso dejar que eso ocurra.

—Shawn y yo no somos nada—informé. Mierda, quería corregirle, quería enfrentarlo, pero sólo me salió defenderme, joder—él y yo no tenemos nada

—Y no tendrán nada, ¿entiendes? A no ser claro...—sonrió ladinamente— que quieras vivir la misma situación que te pasó con Justin. Pronto lo seleccionarán y se irá, cariño. Nos iremos. Y, dudo que te elijan, así que el perdedor, se queda en casita

—¿De qué vas? —Quería calmarme, estaba muy enfadado, jodido James de mierda—Te odio, imbécil

—Estás agresivo, ¿sabes qué significa eso? Que te estoy dando donde duele—Caminó hasta quedar a mi lado—hazte un favor, chico, mentalízate ya de que no vendrás

—Me gustará ver tu cara cuando me elijan y a ti no—Ataqué. Estaba muerto de enfado por dentro. E incluso, un poco de miedo, James es mucho más grande que yo

—Engreído—insultó. Se giró de golpe y llevo sus manos al cuello de mi camisa, acorralándome contra la barandilla del puente—No te pego una paliza porque me descalificarían, pero créeme que ganas no me faltan, Mahone—podía notar cómo apretaba sus manos en la tela—Me das asco—Terminó por soltarme y se desvaneció entre la oscuridad.

Yo me quedé allí parado, por mucho tiempo. Quería analizar y procesar todo lo ocurrido. Muy en el fondo quería que fuese Justin, lo necesitaba. Mis ojos estaban clavados en la nada, mientras que el sonido del lago y mi respiración era lo único capaz de captar. Me senté en el bordillo de la acera y llevé mis manos a mi cabeza, pude sentir humedad en mis mejillas. Mierda. Sorbí la nariz y traté de calmarme, necesitaba pensar, necesito asimilar. No entiendo por qué aún me duele, qué frustrante. Saqué mi teléfono. Total, ya puestos en ser patético. Navegué por las redes sociales, husmeando en su perfil –en todos perdió el contacto conmigo, de hecho, hasta hace poco, estaba bloqueado- Sonreí tontamente al recordar eso. Se supone que soy el patético, pero su acto me lo resulta más. A ver, su última publicación... Puaj. Fotito con la novia. De verdad que qué rabia. Yo aquí con un lío de emociones y él ya feliz con otra persona, ¡no es justo!

—Joder...

Sorbí de nuevo mi nariz y continué stalkeando. Encontré publicaciones antiguas y no pude evitar sonreír, eran fotos de cuando vivía aquí. De cuando vivíamos juntos. Había una concreta de nuestras dos guitarras juntas y justo ahí caí en que hacía muchísimo que no la tocaba, debía estar llena de polvo. Había un video de él tocando la guitarra más arriba, fruncí el ceño y pulsé, dispuesto a verlo. Una conocida melodía comenzó a sonar:

We both know it's a cruel world
But I will take my chances

As long as you love me
We could be starving, we could be homeless, we could be broke
As long as you love me
I'll be your platinum, I'll be your silver, I'll be your gold
As long as you love, love me, love me
As long as you love, love me, love me

Mi corazón dio un vuelco. Fue la canción que me escribió por mi cumpleaños, pero el video era reciente. Entré en los comentarios, como si de una super estrella se tratase, vaya. Hasta que un comentario se hizo espacio en mi campo de visión, la novia. Quii biin cinti mi imir.. Chasqué el labio y apreté el móvil. Qué asco.

(...)

Sonó el despertador y remoleé en la cama. Un gruñido salió de mi garganta para estirarme aún esta y levantarme. Ojeé el reloj, las diez, iba justo de tiempo. Mejor no iría al entrenamiento hoy, me sentía horrible y no quería ver a James. Alcancé mi teléfono y busqué el número del entrenador para avisarlo. Carraspeé la voz y traté de fingir la mejor voz enferma que pude