capítulo 1 0

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Ya había despertado, y sin ayuda de la alarma, de seguro ya habría sonado, o como muchas veces se me olvidada aquel pequeño detalle de fijarme en ponerle el "am" en vez de "pm"

Sentí un respirar cerca de mi cuello y pecho. Baje mi vista lentamente y ví una cabellera castaña, caí en cuenta de que aún Jisung estaba ahí, acostado junto a mi, profundamente dormido, con sus labios entre abiertos y algo secos. Una de sus manitas estaba al rededor de mi cintura abrazandome, y la otra recargada en mi pecho, al igual que su mejillas, que mirándolas detalladamente estaba algos rojas. Por otro lado, una de mis manos estaba en su hombro, y la otra en su cintura, ambas parecían quererlo prisionero en mis brazos, y no era que no me gustara, porque realmente la calidez y comodidad que sentían era sumamente agradable, como si a lo largo de la mañana nos hubiésemos puesto de acuerdo para quedar en esta cómoda posición, la cual agradecía.

Pase mi mano por su nuca, y con mi pulgar comencé a hacerle levemente un piojito, la comisura de sus labios se notó, como si estuviera feliz, como si respondiera a aquella pequeña caricia.

Volví a observar lo que la tenue luz me dejaba ver de su cara, sus pestañas largas y uniformes al igual que sus cejas levemente pobladas, lo bien definida que estaba su quijada, y lo hermosos que se veían sus finos labios por el recién puchero que ahora se encontraba en ellos, dándole un toqué más adorable.

Pensaba en volver a dormir o salir de esa comodidad para hacer el desayuno y no desmayarme en media prueba, obviamente esto era muchísimo mejor que cualquier desayuno, al parecer escuchó mis pensamientos sobre el desayuno telepáticamente, porque abrió sus ojitos, que poco a poco se le notaba la preocupación, deje que se alejara un poco y me mirara a los ojos con obvia confusión.

-Y-yo... Tú... ¿Por qué estámos...? ¿Por qué estoy...?- pregunto en un tono apenas audible y con algo de dificultad. Su cuerpo comenzaba a tensarse, como si se inmutara a realizar el mínimo movimiento.

-Tranquilo, sólo estábamos durmiendo. -respondí para darle algo de calma.- Bien iré a preparar el desayuno para n-...

-¡No! Digo... supongo que aún falta. Queda tiempo. Sí.

Me interrumpió. Creí que me iba a reclamar o algo, sin embargo sentí como se acurrucaba nuevamente sobre mí antes de que pudiese ver la hora en mi celular. Bajé mi mirada a su cabellera que enseguida fue remplazada por sus hermosos orbes. Tenía demasiadas emociones, todas revueltas. Ambos estábamos ruborizados.
Odiaba sentirme así, tan débil, tan vulnerable, tan... tan bien con una persona, no bien, no lo sabía, simplemente lo odiaba.

Se fue acercando poco a poco, mis nervios subían, tampoco es como si fuera la primera vez que lo besara, pero sentía un leve cosquilleo por la parte de mi pecho y estómago. Sentí sus labios parar sobre los míos, en un torpe beso.

Tomé su cintura apagándolo más a mí, y, de igual manera tomar el control del beso. Mi cuerpo reaccionaba por sí solo, yendo muy rápido pero a la vez tan lento.

Jisung era completamente diferente ahora, tan inexperto y delicado, tan puro.

Me separe un poco de él por la falta de aire, nuestros pechos subían y bajaban algo irregular. Sus mejillas estaban sonrosadas, se veía tan apenado, era nuevo ese rostro para mi, simplemente me revolvía.

No lo iba a negar, estaba disfrutando muchísimo todo eso, sin necesidad de llegar más allá, sólo bastaron unas simples caricias y algunos besos, estaba completamente perdido.

No estaba del todo seguro del estado de Jisung, porque no se veía mal y parecía estar cuerdo. No podía descifrar bien su mente, sus ojos oscuros y brillosos a penas se veían en la tenue luz.

Me debatí en volver a besarlos. Estaba decidido, lo volvería a hacer.

La puta puta alarma sonó.

Ambos salimos de ese "transe" como también nos separamos, sonrojados, apenados.

Me levante algo rápido, dispuesto a hacer el desayuno como excusa. Una muy buena y necesaria para ser sincero, solo comencé a cocinar lo primero que ví; huevos y salchichas, tenía cereal igual que leche, si él quería estaba bien, en el transcurso encontraría más comida.

Al poco rato salió Jisung, justo cuando estaba emplatando. Dejé las cosas en la mesa donde él ya se encontraba sentado, con la mirada baja probablemente jugando con sus dedos, sonrojado a casi explotar, llegando a exagerar. No entendía muy bien, hasta que lo mire bien, tenía el cabello húmedo brilloso. Se había bañado, y era entendible, una noche en un lugar pequeño donde se consumían bebidas alcohólicas y drogas no dejaba un olor a rosas, no oliendo a suavitel y a otro cualquier detergente.

También tenía otra ropa. Mi ropa.

Un conjunto negro hasta donde había notado. El hoodie era completamente negro, y por lo poco que veía tenía una camisa blanca debajo, lo hacía ver demasiado tierno, le quedaban más grandes.

-Lo siento... -musito, de nuevo con pena.- también tomé tus pantalón negro...

Tenía demasiados pantalones y jeans negros, porque, según un amigo el negro combinaba con todo, y ese fue el resultado, pantalones negros. Se paro dejándolos ver por completo, aunque parecía que los estaba luciendo, porque se le veían malditamente bien, ahora entendía porque decía negros, se refería a uno de los pocos pantalones de cuero que yo poseía. Sus muslos resaltaban y quedaba más a la vista su figura, que justo el cierre quedaba a la altura de su cintura, su bella cintura.

Era simplemente atracción. Sí. Atracción.

Como cuando ves a alguien bonito y te gusta su apariencia. Por eso tampoco yo me dejaba llevar más de un noche sin compromiso alguno. Eso está en toda esta situación, sólo que sin la primera cosa.

Estaba tan sumado en mis pensamientos que no noté que Jisung me abrazó, balbuceba sobre mi pecho

¿Tan mal creía que le iba a tratar?

Muy bien sabía que horrible era el olor, ya sabía y entendía, pero no entendía por qué estaba a punto de quebrarse así, él a simple viste se veía un chico fuerte, seguro.

Pero, las apariencias engañan.

Una persona "mamona" no es "mamona" porque quiere, simplemente el hecho de como la habían tratado en un pasado la ha hecho ocultar su verdadero ser haciendo demasiadas barreras, por miedo, por la inseguridad a mostrar como realmente uno es y ser juzgado.

Hacía falta una clase de reencontrarse a sí mismo en este lugar.

-Perdón, no quiero hacerte enojar.

-¿Por qué me enojaría? Sí te refieres a la ropa, está bien. Sé lo horrible que huele la ropa después de estar un tiempo en lugares así de asquerosos.- hablé después de salir de mis pensamientos. Seguía siendo tierno.

-Lo sé, pero también es por ayer, por como me comporte, aunque no lo sé. -se alejó de mi, cosa que agradecí, sólo un poco.

-No importa, me ayudaste a poder darle un golpe a alguien que quería desde hace tiempo. -sonrió un poco, así estaba mejor.- Ahora come, lo necesitarás.

[...]


Entramos al nuestra aula. Ahí estaba Hyunjin, con su pómulo morado, se lo merecía.

Senté a un Jisung tímido a mi lado, aunque eso no duró mucho tiempo, y es que yo tenía razón, había una prueba, y la presencia de Jackson me lo confirmaba, junto con mi hermana mayor. ¿A caso no le bastaba a Chan sólo con Jackson? Esto iba a durar demasiado.

La famosa alarma sonó, todos se dispersaban con rapidez abandonando el aula.
Jisung se tensó y me miro con nerviosismo.

No había más que hacer, nadie podía escapar, y yo iba a cuidar a toda costa al chico de mi lado, y me jodia no saber el por qué de hacerlo.

R e p u t a t i o n ; Minsung.Место, где живут истории. Откройте их для себя