Capitulo 27

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- ¿Qué compraste? - le pregunté mientras dejaba caer más de 20 bolsas al suelo. 

- Ni siquiera recuerdo - río - sólo derroche - se recostó en mi cama y yo lo imite

- Eso quería oir. - dije feliz 

- ¿Quieres que me quede a dormir? 

- No quiero estar sola - confesé

- Yo tampoco quiero estarlo. Entonces me quedaré - confirmó y sonreí 

- Iré a darme una ducha y después te dejo el baño libre - dije feliz - hay una pijama de dinosaurio que quiero usar

Tomé la bolsa del suelo y corrí al baño, cerré la puerta de golpe y me apresure a bañarme.
No puedo creer que hayamos pasado tantas horas comprando cosas que ni necesitamos. Compré más de 3 pares de aretes de diamantes, 4 vestidos carísimos pero hermosos, Dos pares de zapatillas con tacón de oro y dos collares de rubíes. Así que probablemente si el planeta no nos mata lo harán mis padres al ver todo lo que gasté.

Terminé de secarme y me coloqué la pijama. Realmente me veía adorable.
Encogí las manos en mi pecho y con pasos largos pero lentos salí del baño mientras trataba de hacer los rugidos de un dinosaurio.

Mateo separó la vista de lo que parecía un sobre y se enfocó en mi, su hermosa sonrisa apareció y su melodiosa risa me hizo sentirme completada.

- ¿Cómo es posible que esas pijamas te hagan ver cada vez más adorable? - preguntó

- No lo sé, es mi don - fingí indiferencia - ¿Qué es eso? - señalé el sobre que sostenía entre sus manos.

- No lo sé, estaba en tu almohada - dijo mientras se acercaba a mi y me daba el sobre. Estaba sellado y no había nada escrito en el frente a excepción de mi nombre.

Rompí el sobre y examine el interior, un par de hojas se encontraban adentro, las desdoble mientras me sentaba sobre mi cama con Mateo a un lado de mi interesado en las hojas. Comencé a leer en voz alta.

" Querida Emily...

Escribió esta carta con lágrimas en los ojos. Sé que no es la forma correcta de decirte esto, pero me voy... quería decírtelo en persona pero soy un cobarde y un débil, no podría irme si te tengo frente a mi, así que lo haré de la única forma sencilla para mi. Estuve pensando seriamente lo que dijiste hoy en el desayuno y estoy completamente de acuerdo con eso. No quiero pasar las últimas horas de mi vida peleando con tú madre y no lo haré. 

Me voy a mi vieja casa en las montañas, sera un viaje largo y solitario pero es lo que quiero. Esperó que puedas perdonar a tu madre por lo que sucedió... yo no lo he hecho pero tu eres mucho mejor persona que yo. Cometió errores en esta vida al igual que yo... igual que tú. Y como todos merece el perdón. Sé que no estuvimos en gran parte de tú infancia por el trabajo, pero creíamos que hacíamos lo correcto para tu futuro... ahora me arrepiento de no haber estado cuando diste tu primer paso o cuando dijiste tu primer palabra. Esos pequeños momentos que no se pueden recuperar son los que más valen. Lo lamentó por todo, mi pequeña hija. Antes de que todo deje de existir quería asegurarme de que supieras lo mucho que te amo, eres lo mejor que he hecho en este mundo. 

Cometí tantos errores en esta vida, pero del que más me arrepiento es no haberte dicho todos los días que te amo, princesa... te veré en otra vida.

Con amor,
papá. "

Quería decir algo, cualquier otra cosa pero el gran nudo en mi garganta me impidió volver a hablar. ¿Por qué tengo que perder a mi papá una y otra vez?. Debería de doler menos pero no disminuye, parece que aumenta. 

- Todo estará bien. El no es tu padre, ¿recuerdas? - dijo Mateo intentando animarme. Pasó su brazo por mi espalda y me acercó a él.

- Ahora lo es. No podremos cambiar y apesar de que no queda mucho tiempo ya pertenecemos a esta dimensión. 

- No pertenecemos aquí, Emily. Debés aprender a separar las dimensiones, apesar de que tenga el rostro de tu padre no lo es. Sólo tiene el mismo rostro y una que otra cosas similar a nuestros conocidos pero no lo son, literalmente serían extraños para ti de no ser por sus rostros. - tomó mi rostro y me hizo mirarlo - Yo soy la única persona que conoces de verdad, no ellos. 

- Es que son ellos... - las lagrimas rodaban por mi rostro y él al instante las quitaba con sus dedos.

- No es así, no son ellos y lo debes de entender, así como nosotros no somos los que ellos conocen. Puedes preguntar cualquier cosa sobre ti y no se acercaran a la respuesta porque no te conocen. 

- Es que esto es confuso, lo siento necesito un poco tiempo - Me levanté y al cruzar la puerta me dirigí al cuarto de mis papás. Era fácil reconocerlo, la puerta es el doble de grande que las otras. Me detuve cuando estuve frente a ella y dudando entre hacerlo o no di dos suaves golpes en ella. 

- Un segundo - se escuchó desde el otro lado y después la gran puerta se abrió dejando a la vista mi mamá. tenía los ojos rojos e incoados. - Emily - dijo sorprendida mientras trataba de acomodarse el cabello enredado - ¿sucede algo? - preguntó un poco preocupada.

- No, no en realidad sólo quería hablar contigo...

- Claro, pasa - dijo después de unos instantes. Se hizo a un lado y me dejo pasar cerrando la puerta detrás de mi. - Supongo que ya estas enterada - se aclaro la garganta - es mi culpa, no te molestes con él, él te ama. 

- Lo sé - me senté en la esquina de la gran cama - así como te amaba a ti... ¿tú lo amabas? - la pregunta la tomó por sorpresa

- Por supuesto que sí. Lo amé con cada fibra de mi cuerpo. - se sentó a mi lado.

- Entonces, ¿qué pasó? 

- En ocasiones apesar de que el amor sea demasiado no vasta... 

- El amor es tan complicado - dije mientras me recostaba en su cama. - mamá...

- Dime

- ¿cuál es mi color favorito? 

- Pregunta sencilla - río un poco - obviamente es el amarillo. Desde que tienes conciencia has amado el amarillo - dijo demasiado segura. No era así, odio el amarillo. Me sucedió lo mismo que en la dimensión pasada. Me involucre de más y volví a perderme de mi realidad. Me incorporé y mire directamente a la mujer a lado de mi con el rostro de mi mamá.

- Te perdonó. Por cualquier cosa que ha pasado, sin importar que tan mala haya sido... tienes mi eterno y completo perdón - sus ojos se llenaron de lágrimas y una sonrisa se formó en sus labios.

- Eres lo mejor que he hecho en esta vida, mi hermosa hija. No mereces lo que se aproxima, no debes morir de esa forma ni pasar por todo ese pánico que seguro estas sintiendo.

- Te equivocas, soy más libre que nunca. No te preocupes por mi, estoy junto al chico que amo y no pido nada más que estar con él y que tu estés feliz con Orlando. Con eso estoy completa. 

- El tiene planeado ir a un lugar especial para pasarla juntos hasta el final pero no le he confirmado nada, necesitaba tú opinión, ¿vendrías? - preguntó nerviosa

- Te agradezco que me preguntes, pero no... - tomé una de sus manos - ya tengo el lugar ideal donde quiero estar y no te detengas por mi culpa, sé lo mucho que quieres estar con él, así que ve.

- Ya no eres más mi pequeña Emily, eres toda un mujer y gracias a Dios eres mucho mejor que yo. - dijo mientras pasaba su mano libre por mi cabello - está bien, me iré mañana al amanecer por si cambias de opinión...

Por cierto, la colisión sucederá  mañana a las 12 de la noche. - dijo con un tono de tristeza.

- Estaremos bien, esperó verte en otra vida.

- Claro que si hija, lo haremos - dijo segura - ahora, ¿quieres ayudarme a elegir mi ropa de mañana?

- Con todo gustó - sonreí. Ahora sé que ella no es mi madre en verdad, pero ella piensa que soy su hija y lo único que puedo hacer es que al llegar la hora pueda irse en paz. Es mi deber darle un poco de calma en medio de esta locura.

En esta y otras vidas másWhere stories live. Discover now