Capítulo 21

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Pareció arrepentirse al segundo que lo dijo pero no había vuelta atrás. Parecía que el tiempo se detuvo. De pronto sentí que la sala comenzaba a ser un lugar muy pequeño parecía que el aire y el espacio comenzaba a escasear.
Mateo me dió un pequeño apretón con su mano dándome a entender que él estaba ahí conmigo y eso bastó para que todo regresará a la normalidad.

Entonces todo encajó.

- ¿Con el chófer, cierto? - el rostro de mi mamá perdió color al instante

- No importa con quién fue, eso ya pasó - intervino mi papá - Ahora que si quieres estar con Mateo cuentas con mi apoyo

- ¿Qué? Ellos no deben de estar juntos - mi papá se acercó a mí mamá y le susurró algo al oído, ella pereció resistirse un poco pero finalmente cedió.

- Está bien, pueden estar juntos - dijo muy a su pesar

- Eso era todo lo que tenías que decir

Enojada nos alejamos de ellos, no tenía lugar a donde ir así que solo iremos a mi habitación.

Al entrar solté la mano de Mateo y me deje caer en mi cama.

No puedo creer todo lo que pasó, gane la batalla pero no entiendo porque cedió con lo que le dijo mi papá, al parecer fue algo muy importante como para que nos dejara tan fácilmente. Primero estuvo muy a la defensiva y hasta confesó que le fue infiel a mi papá, y luego simplemente acepto mi supuesta relación con Mateo a la que se oponía con todas sus fuerzas.

Solté un suspiro y observe la mano que sostenía la de Mateo hace unos instantes, sentía que algo me faltaba desde que la solté.

- ¿Crees que la marca nos haya unido de un forma... Cósmica o algo así? - cuestionó. Estaba acostado a mi lado, hombro con hombro básicamente.

- No lo sé, supongo que en parte si - pero no tengo ni la menor idea. - ¿Qué crees que le haya dicho mi papá para que cediera?

- Tuvo que ser algo mucho más importante que tú futuro a su punto de vista, eso sí.

- Como sea, lo averiguaremos. - estuvimos en silencio por otro largo rato hasta que hablé de nuevo - ¿Sabías que mis padres son algún tipo de científicos de la NASA?

- Los míos son dueños de varias disqueras internacionales. - No entiendo que más quería mi mamá entonces.

- ¿Crees que en esta dimensión exista Shawn Mendes?.

- Espero que si, un universo sin Shawn Mendes simplemente no es universo.

- no lo puede haber dicho mejor. - sonreí

- ¿Y ahora que quieres hacer? - me preguntó.

- Solo quiero estar aquí por un rato - giré la cabeza un poco para verlo y unas intensas ganas de tomar nuevamente su mano me invadieron. Casi involuntariamente mi mano se comenzó a mover de poco a poco, cuando mi dedo meñique rozo su mano me detuve. ¿qué estoy haciendo? Estaba apunto de alejarla pero Mateo me detuvo poniendo su mano sobre la mía he instantáneamente el sentimiento de que algo me faltaba desapareció.

Él giro la cabeza lo suficiente como para verme a los ojos y sonrió de lado.
Y así, justo así era como quería pasar mi día, a lado de mi mejor amigo.

- ¿Vamos a una fiesta? - preguntó Mateo de pronto.

- ¿Cuándo?

- Hoy, en unas horas en realidad.

- ¿Quien te invitó? - llevamos un día aquí y ya sabe de fiestas.

- Summer... - escuchar ese nombre me puso de malas al instante - pero no es de ella la fiesta, solo me pidió que fuéramos juntos pero yo prefiero ir contigo

- De acuerdo, vamos - necesito beber, la pelea de hace rato me puso mal y aparte quiero ver la cara de Summer al verme con Mateo. Sé que a ella le gusta él y será satisfactorio tener la victoria esta vez. Sé que debería de estar furiosa con la que de verdad me engañó Alan pero no sé qué tiene Summer que me hizo detestarla al instante de verla. Y después verla coquetear con Mateo fue lo que más me hizo tenerle cierto rencor.

- ¿Segura? - preguntó sorprendido

- Claro - dije con indiferencia.

- Genial, iré a cambiarme y vuelvo por ti dentro de 2 horas, ¿De acuerdo?

Solo asentí. Se levantó y soltó mi mano, estuvo sujetandola por un muy largo rato y al momento de separarse el sentimiento de vacío volvió a invadirme. ¿Tendrá que ver con la marca? No lo sé, pero es muy extraño.

- Te veo después - le dije antes de que saliera por la puerta.

Y ahora el dilema que siempre me enfrento. ¿Qué me pongo? 
Me levanté y corrí al gran armario. Será difícil decidir, tantos vestidos hermosos que quiero usarlos todos.

Después de media hora buscando encontré el indicado: un vestido suelto, de un rosa pastel muy hermoso, no tan largo ni tan corto.
Los combine con unos zapatos de plataforma plateados. El conjunto me encantó.

La misión más difícil quedó realizada. Entré a la ducha y puse la temperatura templada y mi momento de relajación empezó. Al sentir las gotas de agua recorrer mi piel pude estar en paz.

Después de unos largos minutos tuve que salir casi a la fuerza sino quería que se me hiciera tarde.
Tomé la secadora y la puse al máximo de calor, necesito el cabello lo más seco posible para poder rizarlo.

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El timbre sonó y me altere, aún no estaba lista. Me acerqué con prisa al gran espejo y me coloque el vestido rápidamente. El tiempo se me había ido rizando mi cabello. Coloqué un poco de brillo en los labios y observe el resultado final.

Me veía realmente fabulosa. Realmente era rara la vez que me esforzaba tanto en mi apariencia, pero cuando lo hacía valía la pena.

Tres delicados golpes en la puerta me regresaron al mundo real. ¡Mateo!, Salí de prisa y en menos de 5 segundos ya había pasado a lado de Rebeca que sorprendida soltó un pequeño grito. Sin poder evitarlo solté una carcajada y continúe trotando por así decirlo, ya que no era fácil con zapatos de plataforma.
Estando apunto de llegar a las escaleras me detuve de golpe, pasé mis manos por mi cabello tratando de eliminar cualquier imperfección causada por la prisa. Limpie el sudor de mis manos en el vestido y solté un gran suspiro. Con una mano sujete el barandal y comencé a bajar las escaleras con calma. Cuando mis ojos captaron a Mateo al final de las escaleras retuve la respiración por unos segundos, se veía guapísimo.

Vestía un pantalón de mezclilla obscuro, una camisa blanca que se le ceñia perfectamente a sus músculos de sus brazos. Traía un saco negro colgando de su hombro. De verdad se veía condenadamente lindo.

- Wow - dijimos los dos al mismo tiempo.

Finalmente me encontraba frente a él y el olor embriagante de su loción me enamoró.
Tendió su mano tendiendomela, yo sin pensarlo dos veces la tomé y así salimos de mi gran mansión para dirigirnos a una fiesta en otra dimensión. Creo que eso será lo mío, ir de fiesta en otros universos.

En esta y otras vidas másWhere stories live. Discover now